Grifols es una de esas compañías que no suele decepcionar en bolsa. Cualquiera que sea el plazo que se tome como referencia, el gigante mundial de los hemoderivados suele ofrecer rendimientos más que notables. En lo que va de año, sube más del 30%; en los últimos cinco años, acumula ganancias próximas al 190%; y en la última década, el repunte supera el 300%.

Estas cifras son el resultado de una notable gestión, que ha convertido a la compañía en un referente global en el mercado. Desde 2011, sus ventas se han elevado más del 120% y sus beneficios se han multiplicado por diez.

Y la compañía no ceja en sus esfuerzos por seguir ganando mercado. En la presentación ante inversores que celebra estos días en Estados Unidos, la compañía ha subrayado su pronóstico de cerrar 2019 con 230 centros de plasma, frente a un pronóstico previo de 225 en 2020. "Creemos que esto es positivo, ya que implica que la compañía está viendo un crecimiento mayor a medio y largo plazo en la división de Bioscience, y está asegurando el autoabastecimiento de sus necesidades de plasma, ya que espera reducir la dependencia de terceros del 21% en 2016 a sólo el 4% en 2022", apuntan en Alantra.

El crecimiento en centros de plasma supondrá mayor presión en márgenes a corto plazo

Esta apuesta encierra sus inconvenientes que es que "la depresión de márgenes durará más tiempo, pero por buenas razones, ya que la línea superior [de la cuenta de resultados] ofrecerá un mayor crecimiento", comentan los analistas de la firma de inversión.

En la misma línea, en Santander resaltan que "creemos que Grifols está llevando a cabo varios proyectos interesantes tanto en Plasma como en Diagnósticos, pero que darán sus frutos en 2019, mientras que 2017 y probablemente la primera mitad de 2018 serán un periodo de transición, especialmente en términos de márgenes".

En cualquier caso, y a pesar de el presumible impacto en márgenes de los planes de la compañía, "creemos que el impulso del crecimiento es fuerte y las oportunidades para Grifols abundan", observan en Fidentiis. Esta firma resalta, entre otras cosas, que la división de Diagnósticos, tras la adquisición de Hologic, que ha incrementado el margen Ebitda al 41% desde el 17% anterior, "la compañía también parece dirigirse a un ámbito mayor de oportunidades, que creemos que soportarán mayores tasas de crecimiento".

Así, el potencial de crecimiento del grupo a medio y largo plazo parece bien afianzado. Sin embargo, en lo que a las perspectivas bursátiles se refiere, podría no ser suficiente. "Nos gusta Grifols fundamentalmente y creemos que las perspectivas de largo plazo se mantienen sólidas y no podemos descartar algún riesgo marginal al alza de nuestras estimaciones. Sin embargo, creemos que las acciones ya están razonablemente valoradas", advierten en Alantra, donde le otorgan un precio objetivo un 3,7% por debajo de los niveles actuales.

A pesar del potencial de crecimiento a largo plazo, los expertos no ven potencial al valor

Más llamativa es la brecha con la valoración que le da Santander, que se sitúa casi un 19% por debajo de la cotización actual de Grifols. E incluso en Fidentiis, donde mantienen una visión mucho más favorable sobre el grupo de hemoderivados apenas le dan un potencial del 0,5%.

Y es que tras años de notables escaladas en bolsa, podría pensarse que los accionistas de Grifols ya han cosechado todo el crecimiento que el grupo viene sembrando en los últimos tiempos.

 

 

Grifols es una de esas compañías que no suele decepcionar en bolsa. Cualquiera que sea el plazo que se tome como referencia, el gigante mundial de los hemoderivados suele ofrecer rendimientos más que notables. En lo que va de año, sube más del 30%; en los últimos cinco años, acumula ganancias próximas al 190%; y en la última década, el repunte supera el 300%.

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