A priori, casi cualquier empresa firmaría los registros de CAF en los últimos años. El proveedor de soluciones ferroviarias ha enlazado tres ejercicios consecutivos de crecimiento de sus ventas y de su cartera de pedidos, que han acumulado crecimientos del 64% y el 58%, respectivamente entre 2015 y 2018 y que en el año en curso mantienen una tendencia positiva, alcanzando cotas récord.

Ante tales cifras sería lógico esperar que la compañía que preside Andrés Arizkorreta hubiese obtenido el respaldo de los inversores sobre el parqué. Pero lo cierto es que a día de hoy, CAF cotiza a los mismos niveles que hace un año y medio

Los analistas de Alantra no tienen ninguna duda a la hora de señalar al culpable de esta atonía bursátil. La inquietud de los inversores por el modo en que CAF está logrando obtener las elevadas tasas de crecimiento de los últimos años. "Tanto 2018 como 2019 han sido años récord en términos de recepción de pedidos, lo que lleva a la cartera de pedidos a alcanzar los 9.300 millones de euros, un máximo histórico (3,6 veces las ventas). Esto ha generado preocupaciones sobre si el éxtio comercial se produce a costa de los márgenes", observan.

El mercado teme que CAF esté basando su crecimiento en un sacrificio de la rentabilidad del negocio

Sin embargo, desde la firma de inversión se muestran contrarios a esta visión. "En nuestra opinión, el éxito en la contratación está relacionado con una mejor oferta de productos, principalmente en trenes de cercanías (plataforma Civity), que han pasado de cero a un 35% de la recepción de pedidos en cuatro años".

Convencer al mercado de que sus temores son irreales podría marcar un giro radical para las acciones de CAF en bolsa. No en vano, Alantra aconseja comprar sus acciones a las que les da un precio objetivo de 47,8 euros, un 20% por encima de sus niveles actuales. Y potenciales similares le otorgan firman como Bankinter o Sabadell.

Las razones para este optimismo vienen apoyadas en unas sólidas perspectivas de crecimiento para los próximos años, debido a su elevada cartera de pedidos favorecida por su "fuerte posicionamiento en dos de los segmentos de la industria ferroviaria de más rápido crecimiento (movilidad urbana y regional)", sostienen en Alantra.

De este modo, el grupo estaría sacando provecho de la que también es señalada por Bankinter como una de sus principales fortalezas: la creciente diversificación de sus áreas de negocio, ejemplificada en la compra de Solaris, una compañía de autobuses.

La visión optimista de Alantra se ve, además, respaldada por la expectativa de que un contrato antiguo que está generando un impacto negativo sobre el Ebitda del grupo (que calculan en torno al 10% del Ebitda de 2018 y el 6% en 2019) reduzca su impacto en los próximos años, una vez que, estiman, está completo al 75% y las últimas unidades está previsto que se entreguen en 2020.

Así pues, parecen sobrar los argumentos para persuadir a los inversores de que comprar sus acciones puede ser una opción ganadora. Aunque antes tendrá que convencerles de que para crecer a escogido la vía de la rentabilidad.

A priori, casi cualquier empresa firmaría los registros de CAF en los últimos años. El proveedor de soluciones ferroviarias ha enlazado tres ejercicios consecutivos de crecimiento de sus ventas y de su cartera de pedidos, que han acumulado crecimientos del 64% y el 58%, respectivamente entre 2015 y 2018 y que en el año en curso mantienen una tendencia positiva, alcanzando cotas récord.

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