Ex convergente, ex diputado en el Europarlamento, en el Congreso y en el Parlament. Ignasi Guardans Cambó (Barcelona, 1964) tiene tomadas las medidas al conflicto catalán. El que fuera dirigente de la antigua CiU conoce las entrañas del separatismo y reviste el relato de la perspectiva internacional que da vivir en Bruselas. El referéndum del 1-O y la posible independencia de Cataluña son para él el resultado de una ecuación compleja, marcada por la incomparecencia del Gobierno y la capacidad de los líderes independentistas de reconducir el malestar social a su causa. Nieto de Frances Cambó, que hace cien años lideró un movimiento para reformar el marco constitucional de 1876, pide ahora revisar la Carta Magna como una fórmula posible para dar solución al conflicto. Reprocha al presidente de Gobierno su falta de previsión y de proyecto para Cataluña.  "No basta con tomar medidas represivas. Hay que hacer política y tener coraje. Eso no es pagar un chantaje a nadie".

Pregunta.- ¿Cómo se viven estos días en Barcelona?
Respuesta.- Hay tensión. Mucho malestar, desinformación, manipulación y, a la vez, desgraciadamente el Estado y el ministerio del Interior han dado argumentos con su actuación policial mal planeada y han hecho que el problema crezca.

P.- ¿Qué se ha hecho mal para llegar a este punto?
R.- Se han hecho muchas cosas mal. Lo primero, no tomarse en serio la realidad del problema. Hace tiempo que había un incendio y por el hecho de que algunos despreciaban a los autores del incendio, ignoraban el incendio mismo. Es una responsabilidad del gobierno español. Duran i Lleida y otros dirigentes llevamos varios años llamando la atención sin que nadie nos tomara en serio, han seguido creyendo que era una fiebre que pasaría, pensando que era una manipulación para tapar la corrupción, en lugar de reconocer que Cataluña tenía un grave problema político, en parte artificialmente creado y en parte real. Lo de menos es quién ha creado el problema sino que está ahí y está teniendo una enorme repercusión. El Gobierno español es culpable de esta negligencia, de este desprecio de la realidad. Pero los primeros culpables son las autoridades catalanas que han promovido un estado de semi anarquía desde las instituciones y medios públicos, han apelado a toda clase de pasiones sin el más mínimo respeto al Estado de Derecho y al marco legal. Esto ha producido un cócktail con errores gravísimos por ambos lados, y la historia pedirá cuentas.

P.- ¿Qué le pareció el discurso del Rey Felipe VI?
R.- Comparto todo lo que dice el Rey pero faltan cosas en ese discurso. No critico lo que dice, sino lo que no dice. Entiendo que no lance ningún mensaje a las autoridades que han desobedecido la Constitución, pero la gente no son las autoridades. Hay dos millones de personas, o quizá un millón, si nos fijamos en la parte mas moderada, que podía haber recibido un mensaje del Rey y no lo recibió. Un mensaje de esperanza, de comprensión. Macron en la noche electoral se dirigió a los votantes de Le Pen. No a Le Pen, sino a sus votantes. "Lucharé para que nunca sintáis la necesidad de dar apoyo a ese proyecto...", les dijo. Ese matiz faltó en el discurso del Rey. Tenía que dar un mensaje también a los que se quieren ir. Faltó un párrafo para decir a los que quieren irse: "Haremos lo posible por que no os vayáis". Fue una pena.

El Gobierno es el responsable de una acción policial mal planteada que da alas al independentismo"

P.- Ha habido muchas críticas a la actuación policial, ¿cuál cree que hubiera sido la alternativa?
R.- Yo defiendo el hecho mismo de que tenía que haber una  actuación policial. La primera responsabilidad era por parte de los Mossos de haber ejecutado las órdenes judiciales a las seis de la mañana. Pero había que tener un plan de contingencia en caso de que los Mossos no obedecieran, y eso no podía ser una improvisación. Para parar la votación no hacía falta enfrentarse en la calle a estudiantes ni vapulear a la gente. Ha habido una falta de planificación gravísima de la actuación policial. Este es un reino de matices, yo no critico el hecho de que las fuerzas de seguridad impidieran el falso referéndum, sino que se hiciera de forma tan chapucera y en algunos casos con graves abusos muy evidentes, de golpes que no hacía falta dar y actuaciones que merecen reproche. No se le puede echar la culpa al juez por una acción policial mal planteada, porque ha sido diseñada por el Gobierno y ellos son responsables de darles más alas al independentismo.

P.- Critica que la primera responsabilidad es de los Mossos, ¿cree que se debería actuar judicialmente contra ellos por su papel en el 1-O?
R.- Ya lo veremos. El tema de las responsabilidades penales de esta situación no creo que tenga que empezar por los Mossos, no es la prioridad. Es posible que algo de eso se tenga que hacer pero hay otras prioridades. Lo primero es que se entienda que hay un problema político. Querría ver en el gobierno una estrategia de conjunto: jurídica policial y política, y eso no se ve. Está poniendo parches: una querella por aquí, otra por allá, y aquella denuncia a los 700 alcaldes que era una estupidez. No podemos ir tirando a base de querella. Necesitamos una estrategia urgente y un plan global para recuperar el estado de derecho que está retrocediendo cada vez más rápido.

Si el Gobierno no es capaz de recuperar el orden, que se vaya a casa y convoque elecciones

Reducir esto a un problema policial es un error, hay un grave problema en este momento de revolución. Estamos en una Cataluña pre-revolucionaria. Hay que decirlo con todas las palabras y todas las letras, no hay que tenerle miedo. Estamos en un Estado pre-revolucionario y eso se tiene que detener. Hay que recuperar el orden y le corresponde al Gobierno hacer de Gobierno. Y si es incapaz, que es lo que está empezando a parecer, que se vaya a casa y convoque elecciones. Si está desbordado que deje paso. Este Gobierno está dañando a España. No está dañado a Cataluña, está dañando la unidad de España porque está ejecutando y reaccionando de una manera irresponsable, frívola, improvisada y sin responsabilidad. Necesitamos un Gobierno que actúe. Que vele por los millones de catalanes no independentistas, pero no a golpe de querella.

P.- ¿Cuál sería la prioridad?
R.- Está en quienes están dirigiendo la revolución desde los despachos del Parlament. Hay que ir para arriba. Hay que cortar las vías de poder. El mayor representante del Estado en Cataluña está luchando contra el Estado desde su despacho y con dinero público. Esa es la prioridad.  Las instituciones de Cataluña están utilizando los mecanismos de poder contra el Estado. Tenemos que recuperar el orden y hay que terminar esta situación. Los mecanismos de emergencia que están ahí. Hay distintas vías y hay que poderlas articular. La solución está en la Constitución, en las leyes; quien tiene que gobernar, que gobierne.

P.- Desde su trabajo en Bruselas, ¿qué percepción internacional se ha proyectado?
R.- El Gobierno ha cometido un error gravísimo que ya es tarde para arreglar: un error de comunicación. Ha permitido que la comunicación internacional la hagan activistas simpatizantes del independentismo. Eso sumado a una imagen de David contra Goliat y la chapuza del domingo está cambiando la imagen internacional a toda velocidad. La percepción de las grandes capitales europeas es la de no tener ninguna simpatía por la independencia, pero reconocer que no hay nadie en el Gobierno capaz de asumir la situación y que se les está escapando de las manos. Lo menos que se puede decir es que la imagen de Rajoy es pésima. La gestión de la información internacional por parte del Generalitat es una prioridad absoluta. Vivimos el siglo XXI y el Gobierno sigue actuando como si estuviera en los años 50.

P.- ¿La solución es, como propone Podemos y Puigdemont, una mediación internacional?
R.- No. Una mediación implica que hay dos bandos enfrentados en igualdad de condiciones y no tiene sentido. Sí que hace falta un diálogo político y el Gobierno tiene que ser capaz de hacerlo, pero tengo mis dudas de que este Gobierno con este dirigente sea capaz de ese diálogo. La llamada es a la derecha española con el ideario del PP, para que se den cuenta de que su actual líder es incapaz de gestionar esta crisis. Es la crisis más importante que España ha tenido desde 1981. Y por tanto que cada uno se mire al espejo y se pregunte si realmente desea que la crisis democrática más importante de la democracia esté gestionada por este tipo.

Tiene que haber una respuesta política; hace falta poner políticas sobre la mesa y no se está haciendo"

Hace falta una respuesta política. Hace falta poner políticas sobre la mesa y hacer política, y no se está haciendo. No tiene sentido una mediación internacional, aunque tener observadores internacionales y que a esto se le dé una perspectiva más amplia, creo que es bueno. Uno de los graves errores de Rajoy y Puigdemont es pensar que es la primera vez en el planeta que hay un problema de identidad y articulación territorial. Hay que aprender de otros modelos y soluciones. En ese sentido implicar a otras personas de fuera me parece perfectamente sensato porque la españolización de este problema contamina el problema y nos lleva a creer que es solo nuestro. El problema catalán es muy español pero ha habido otros casos en otros sitios del mundo con distintas soluciones. Y eso ayudaría a abrir un poco los ojos.

P.- ¿Considera contraproducente el artículo 155?
R.- Ya nada es contraproducente porque nada puede hacer más daño. La situación hoy es otra y cualquier cosa que no se haga hoy se tendrá que hacer dentro de dos meses y será peor. Hay que tomar las decisiones ahora, habría que haberlas tomado hace un par de meses. Decisiones serias, drásticas y asumir las consecuencias, pero hay que hacerlo de forma inteligente. No basta con tomar medidas represivas o de orden; es importante pero no basta. Hay que hacer política. Abrir la reforma de la Constitución en canal. Hay que tener coraje. Eso no es pagar un chantaje a nadie.

A la vez hay un artículo de la Constitución que se puede usar en todo o en parte porque permite medidas muy distintas. Si se hace mal será contraproducente y si de manera inteligente quizá no. Estamos en un Estado de emergencia. Y cada día que pasa será mas difícil adoptar cualquier solución. No sé si es tarde ya. A lo mejor es tarde ya. A lo mejor Cataluña ya es independiente. No lo descarto. A lo mejor cuando se escriba la historia de estos días se considere que Cataluña se independizó el 1 de octubre. Conozco la Historia suficiente para saber que es posible. Quizá este proceso ya sea irreversible. No lo sé, pero le corresponde al Gobierno tomar las medidas urgentes para asegurarse de haber hecho todo lo posible para que no lo sea.

P.- Hablaba antes de "un problema artificialmente" creado, ¿hasta qué punto hay una voluntad independentista real y hasta qué punto hay un interés político?

Si se restablece el orden para volver al 'statu quo' llevaría una revolución política imparable"

R.- Las dos cosas son ciertas. Creo en el liderazgo político. Liderazgo con Obama, con Eva Perón, con Maduro o con Macron. Hay gente que tiene capacidad de liderazgo y arrastra, y eso no es llamar idiotas a los que arrastra. Si a la gente se le presenta un determinado proyecto que responde a lo que busca, lo compra. Aquí se han dado mentiras, se ha presentado un país futuro que no va a existir, se ha mentido a la ciudadanía y se ha animado a la revuelta desde las instituciones y televisión públicas. ¿Eso significa que toda la gente está engañada? No. No se puede negar la publicidad y el impacto del discurso, que es una realidad. Se ha construido un discurso sobre un victimismo falso, y se ha empujado a la gente . Eso es así y no significa despreciar el libre albedrío de quienes lo eligen. Todo eso desde un caldo de cultivo real. Se construye sobre un problema real político, económico, identitario, lingüístico. Y la solución a ese problema no era ésta, pero como desde el Estado se ha ignorado el problema, estamos donde estamos. El grave error del PP es creer que todo esto era un invento de los líderes catalanes. El malestar social estaba, pero ha sido manipulado y redireccionado. Si no tengo sed, un anuncio de refrescos no me ayuda. Es cuando tengo sed cuando el anuncio funciona.

P.- ¿Qué debe ocurrir si hay una Declaración Unilateral de Independencia?
R.- Hay que impedir que la bola de nieve siga creciendo y asumir las consecuencias de ser un Gobierno. Y quien no quiera ser Gobierno y gobernar, que se vaya a su casa. Es esencial restablecer orden con la máxima inteligencia. Hay que comunicar bien al mundo, y hay que hacer política. Si se restablece el orden solo para volver al statuo quo llevaría a una revolución política imparable.

P.- En las últimas horas se habla de que hace falta "diálogo".
R.- Diálogo es una palabra vacía. Diálogo no, yo lo que quiero es que diga qué propone el Gobierno para Cataluña. Qué está dispuesto a ofrecer para una estructuración del Estado a una mayoría de los catalanes para que las cosas vuelvan a su cauce en parte, incluso con alguna consulta de algún tipo, no necesariamente de independencia. ¿Cuál es la propuesta del Gobierno más allá de la Fiscalía? ¿Dónde está la propuesta política? Mientras eso no esté, no avanzamos nada.