El presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, tiene una clara intención de cara al Pleno que se celebrará a finales de enero en el órgano de gobierno de los jueces: colocar a uno de sus íntimos amigos en la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo (TS). Se trata de Fernando Román, ex secretario de Estado de Justicia cuando Alberto Ruiz Gallardón estuvo al frente de dicha cartera ministerial.

Según informan fuentes del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a El Independiente, la jugada diseñada por Lesmes sería la siguiente: que Román ocupara la plaza que deja vacante en la Sala Tercera el magistrado Pedro Yagüe a cambio de que el actual presidente de la Audiencia de Tarragona, el progresista Javier Hernández, accediera a la Sala Segunda del Alto Tribunal para cubrir la vacante de la jubilación del magistrado José Ramón Soriano.

Si los vocales del bloque progresista apoyan al ex número dos de Gallardón,  Lesmes y los consejeros más próximos a él promocionarán a Hernández para la Sala Penal del TS

Con este 'cambio de cromos' el presidente del TS está tratando de que su colega Fernando Román tenga asegurado el acceso a la Sala Tercera y cuente con el mayor número posible de votos en el Pleno que se celebrará el último jueves de este mes de enero. Si los vocales del bloque progresista apoyan al ex número dos de Gallardón, el propio Lesmes y los consejeros más próximos a él –casi todos del sector conservador- promocionarán a Hernández para la Sala de lo Penal.

El segundo intento de Román

Además, se da la circunstancia de que el presidente de la Audiencia de Tarragona, miembro de la asociación Jueces para la Democracia, es amigo de la vocal Mar Cabrejas, quien está postulándolo para la plaza de la Sala Segunda.

Se trata de la segunda vez que Fernando Román trata de acceder a la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo. Ya lo intentó en enero de 2016 y tan sólo obtuvo seis votos frente a los trece que recabó el magistrado Rafael Toledano. En aquella ocasión, Lesmes se abstuvo en la votación por la evidente amistad que le une a Román por lo que, previsiblemente, hará lo mismo en esta nueva ocasión.

Sin embargo, fuentes del Consejo explican que ahora Carlos Lesmes se guarda un as bajo la manga. La Comisión Permanente del CGPJ –única comisión donde los vocales gozan de dedicación exclusiva- está pendiente de ser renovada en enero. En este sentido, las fuentes consultadas apuntan a que dicha modificación se podría retrasar a febrero, después de que se celebre el citado Pleno. De esta forma, el presidente jugaría esa baza a su favor para conseguir que los vocales sigan sus intereses ya que es él quien propone qué consejero debe acceder a la Permanente y cuál debe abandonar la misma.