La sentencia del procés publicada el lunes por el Tribunal Supremo provocó numerosas protestas en toda Cataluña a lo largo de la semana. Mientras por el día la mayoría de las manifestaciones mantuvieron un tono pacífico, por la noche la ciudad de Barcelona se transformaba en un escenario de batalla campal.

Durante los últimos días han trascendido imágenes del todo dantescas: desde material pirotécnico disparado contra un helicóptero, hasta cócteles molotov lanzados contra la policía, pasando por palizas en medio de la calle y coches calcinados.

Según datos proporcionados en la noche del viernes por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se contabilizan ya más de 200 agentes de Mossos y Policía heridos y cerca de 150 detenidos. Además, hay más de 100 vehículos policiales dañados y más de 800 contenedores quemados.