Tras la visita de Ilia Topuria, este martes el plató de El Hormiguero se llenó de música con la visita del compositor y rapero Eladio Carrión. El artista procedente de Estados Unidos, que pronto empezará una ambiciosa gira por España, repasó algunos de sus hitos profesionales.

Habló de sus hijos, que comparten como segundo Eladio; de su pasión por el golf; de por qué había decidido dedicarle su último disco, Sol María, a su madre... pero también de algo tan duro como el momento en el que alguien secuestró a su perro y pensó que no lo volvería a ver.

"Quería algo para que estuviese todos los días emocionada por algo. Es suavecita, sutil, dulce, cariñosa con las cosas que ama... quería hacer un trabajo para que la gente supiera como es. Ya la gente conoce a mi papá por los vídeos de TikTok y yo quería presentarle al mundo a Sol María", dijo sobre su madre, visiblemente emocionado.

Respecto a su familia, desveló que sus gemelos, recién nacidos, se llamaban Elian Eladio y Ezael Eladio, así como que estaba "enamorado" de los pequeños. "Antes de tenerlos me prometí algo: cada vez que lloren voy a respirar, contar hasta tres y ser paciente con ellos", añadió.

Habló también del que consideraba su primer hijo, su perro Kemba. "Me lo secuestraron en Los Ángeles. Yo estaba decidido a quedarme sin dinero en anuncios y en movilizar recursos para encontrar a mi perro. Me gasté unos 70.000 $ para rescartarlo", apuntó.

Finalmente, el secuestrador accedió a devolverle al perro por 2.000 dólares, aunque a esto habría que sumarle el alojamiento en el que se quedó y los carteles que puso por toda la ciudad con su número de teléfono. Y tal fue la importancia del suceso que el cantante le dedicó una canción junto al mismísimo Bizarrap.

El tema lleva como nombre Sin frenos y recoge frases como "Yo sigo esperándote como el primer día / Solo avísame si quiere' volver / Tú nunca sale' de mi cabeza / Esperándote por si regresa'".

Después, y ante un incrédulo Pablo Motos que no comprendía cuál era la gracia del golf, Eladio Carrión afirmó que era algo que el presentador tenía que probar. "Solo hace falta que le des una vez a la bola bien para enamorarte del juego. Es un deporte que te ayuda a tener paciencia, a tener tiempo para ti; yo juego solo, es mi terapia", concluyó.