El último informe mensual de audiencias -elaborado por Barlovento- incluía un dato que ha pasado desapercibido, pero que resulta ciertamente simbólico. En septiembre, el telediario que emite La 1 los fines de semana a las 21.00 horas desbancó al de Antena 3 de la primera posición de entre las cadenas generalistas. El canal principal de Atresmedia cuenta con los noticiarios más vistos de España (19,3%), a una gran distancia de TVE, pero el citado hito tiene su relevancia en un momento de remontada de la televisión pública.

Los servicios de comunicación de RTVE celebraban esta semana que su inicio de temporada ha sido el mejor de los últimos 14 años. Un muy alto directivo de la casa expresaba hace unas semanas -en una conversación privada- su optimismo con respecto a la posibilidad de cerrar septiembre con un 11% de media.

Finalmente, ha sido del 11,6%, lo que representa una mejora considerable en una cadena que, hace no mucho, en agosto, de 2022, con José Pablo López de director de Contenidos Generales y Elena Sánchez como presidenta provisional, marcó su peor audiencia histórica, con un 8,1% de share.

El regreso de López

López fue despedido en 2024 por mayoría del anterior Consejo de Administración, pero regresó unos meses después a la presidencia tras una maniobra política -impulsada por el Gobierno y apoyada por sus socios de investidura- que resultó muy polémica. Principalmente, porque dejaba al partido más votado en las anteriores elecciones con sólo 4 de los 11 asientos en el Consejo, pero también porque incluyó un cambio legal que otorgó a López poderes amplísimos sobre la gestión de la plantilla y la contratación de programas.

Entre enero y agosto, ha firmado inversiones por valor de 145,9 millones de euros en productoras audiovisuales. Las principales adjudicatarias han sido Shine Iberia (22,77 millones), Studio Canal (14 millones), El Terrat (12,8 millones), La Osa Producciones (8 millones) y Satisfaction Iberia (7,4 millones).

Una buena parte de la inversión ha ido a parar a los programas denominados de info-entretenimiento, como son Mañaneros 360 (6,37 millones), Malas lenguas (6,3 millones) y Directo al grano (3,51 millones). Es decir, a espacios que, según se ha denunciado dentro y fuera de la casa, han acercado La 1 a Moncloa como no había sucedido en muchos años.

Cuestión económica y monetaria

En un momento en el que Antena 3 y Telecinco rivalizan en el espectro de la centro-derecha y la derecha informativa, La 1 ha sido capaz de atraer a una parte de la audiencia con una programación que 'cojea de la zurda' y que dedica muchas horas al día a los magacines. Eso ha estabilizado la audiencia de franjas como la mañana o la tarde.

El resto lo han hecho apuestas que han funcionado, como La revuelta o Futuro imperfecto, además de acontecimientos como los partidos de fútbol o clásicos como Masterchef Celebrity.

El presupuesto de la corporación ronda los 1.200 millones de euros y su presidente ha pedido aproximadamente 40 millones más para hacer frente a las necesidades que vendrán en 2026. Esto supone un golpe para los grupos privados de televisión, que observan cómo los recursos de la pública podrían aumentar mientras los suyos peligran.

De hecho, la inversión publicitaria podría cerrar 2025 con una caída de doble dígito, mayor de lo esperado, pero previsible en un contexto de desplome del consumo de este medio de comunicación, lo que ha hecho a los anunciantes emigrar poco a poco hacia otras plataformas y redes sociales.

Quien aspire a entender los movimientos del sector televisivo actual debe tener en cuenta esos dos factores: el económico y el emocional o ideológico. El giro a la izquierda de La 1 le ha venido bien en términos de audiencia, más allá de las múltiples críticas que ha recibido.

La cadena líder en el noveno mes del año fue Antena 3, con el 13% de la cuota de pantalla (+0,2% sept. 2024), seguida de La 1, con el 11,6% (+1,9%) y de Telecinco, que con un 9,2% (-0,3%) obtuvo el peor arranque del curso de su historia, lo que profundizó su (ya) larga crisis.

Los españoles pasaron menos tiempo que nunca delante del televisor, con 143 minutos de media por persona y día (-3%). Las personas de entre 4 y 24 años ni siquiera invierten 1 hora diaria en este medio de comunicación, que cada vez es menos de masas y en el que raro es el día en el que más de 10 programas no informativos registran más de 1 millón de espectadores.