El empresario argentino José Luis Manzano como adelantó este periódico — visitó hace unas semanas al presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, para presentarse y hablarle de la posibilidad de adquirir un paquete accionarial del grupo. Lo hizo en son de paz, aunque su figura despertó ciertas sospechas en la planta noble de la compañía, donde su propuesta no convenció.

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Manzano no es ajeno al tejido empresarial español. El pasado mes de abril, la firma Integra Tec se hizo con el 100% de Telefónica Perú por un precio simbólico, asumiendo a cambio la elevada deuda acumulada por la filial.

En el ámbito mediático, es cofundador, accionista y uno de los principales referentes del Grupo América, la segunda mayor empresa de medios de Argentina, con presencia en canales de televisión como América TV, emisoras de radio y publicaciones gráficas.

Quien fuera ministro del Interior de ese país durante la presidencia de Carlos Menem (1991-1992) y exdiputado nacional integra asimismo el Grupo Integra, que cuenta con relevantes activos en los sectores energético y petrolero.

En el sector audiovisual español asocian a este empresario a uno de los proyectos que aspiran a conseguir una nueva licencia de TDT, lo que elevó las sospechas en Prisa sobre su posible conexión con el Ejecutivo de Pedro Sánchez y con sus empresarios afines, quienes han buscado financiación durante los últimos meses para intentar comprar una participación de control en la editora de El País.

Movimientos hostiles

Fuentes de la compañía presidida por Oughourlian reconocen la hostilidad de Moncloa con respecto al grupo y sospechan que los intentos por apartar al dueño de Amber Capital de su presidencia continuarán. Todo ello, en un clima de tensa calma con accionistas como Adolfo Utor, el dueño de Baleària (4,9%) o Global Alconaba (7%).

Cabe recordar que estos últimos interpusieron una demanda hace unos meses contra las decisiones del Consejo de Administración de la pasada primavera de aprobar una ampliación de capital de colocación acelerada; y de refinanciar la deuda de Prisa mediante un contrato que incluía una cláusula que blindaba a Oughourlian en al presidencia.

Todo eso sucedió en las semanas posteriores a la reunión del órgano de gobierno de Prisa en la que se enterró definitivamente el plan para concursar por una nueva licencia de TDT, lo que derivó, primero, en la dimisión del presidente ejecutivo de Prisa Media, Carlos Núñez, en el despido del consejero editorial de esa filial, José Miguel Contreras; y algunas decisiones que se asociaron a esa guerra interna, como el cese de Pepa Bueno como directora de El País.

El plan estratégico

Se anunció en esas fechas un plan estratégico que todavía no se ha puesto en marcha y cuya presentación está prevista para el primer trimestre de este año, después de la presentación de resultados, según apuntan los mismos informantes.

Está por ver cómo se cierran las cuentas de 2025, pero, al término del tercer trimestre, la situación no era precisamente positiva. Sus pérdidas ascendían a 47 millones de euros (+28%) y su resultado operativo EBITDA, de 81 millones, había empeorado el 4%.

Eso sí, el grupo logró salvar una situación límite con la consecución del aplazamiento del pago de sus 800 millones de euros de deuda de 2026 a 2029. Sin ese contrato, se habrían encendido luces rojas en todas sus dependencias.

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