La Fiscalía de Guadalajara solicita una pena de cinco años y nueve meses de prisión para la mujer de 47 años, vecina de Cabanillas del Campo (Guadalajara), que simuló ser pediatra en el Hospital Universitario de la capital para raptar a un bebé recién nacido.

La procesada será juzgada en la Audiencia Provincial de Guadalajara, en una vista que está prevista que se celebre el día 24 de marzo, según han confirmado a Europa Press fuentes judiciales.

El Ministerio Fiscal solicita para ella la citada pena al entender que los hechos son constitutivos de un delito de detención ilegal agravado por simular autoridad o función pública y, además, porque la víctima es menor de edad, concretamente un bebé recién nacido.

La Fiscalía ha entendido también que en estos hechos no se percibe en la acusada ninguna circunstancia que modifique su responsabilidad criminal.

Hechos

Los hechos ocurrieron justo hace un año, el pasado 2 de febrero de 2019. El dispositivo puesto en marcha por la Policía Nacional de Guadalajara cuando ocurrieron los hechos y la colaboración ciudadana fue determinante para que en algo más de tres horas la acusada, en prisión preventiva en la actualidad, fuera detenida en el chalé que ocupaba desde hacía tiempo en Cabanillas del Campo, donde entregó el recién nacido a sus padres.

La acusada, que según confirmaron en su momento desde la Subdelegación del Gobierno en Guadalajara y desde la Comisaría de Policía, había perdido un bebé recientemente, se dirigió a la planta cuarta de Maternidad del hospital de Guadalajara y vistiendo una bata blanca de personal sanitario se introdujo en la habitación donde se encontraba la madre y el bebé. Simulando ser pediatra y con el pretexto de realizar una prueba médica, se llevó al recién nacido.

Los hechos se produjeron sobre las 10.20 horas y a las 13.20 estaba ya estaba localizado, en gran parte, gracias a la colaboración de una farmacia de Cabanillas donde acudió a comprar leche para el bebé. Allí manifestó no saber qué tipo de leche tomaba, extremo que puso en alerta al personal farmacéutico y activó las sospechas, difundiendo una imagen de la presunta autora de los hechos para que las farmacias de la zona tuvieran constancia de ello.

Tras informarles un vecino que cerca, una señora, había tenido un bebé y había fallecido, localizaron su domicilio y al bebé, comprobando que la numeración del cordón umbilical se correspondía con la que llevaba la madre en el hospital. Poco después, la acusada reconocía los hechos.

La vista está inicialmente prevista para un único día en sesiones de mañana y tarde y por ella pasarán testigos y peritos.