La luna en cuarto creciente, una de las cuatro fases principales del ciclo lunar, despierta curiosidad y especulación en torno a sus posibles efectos en personas y animales.

Con una duración de aproximadamente 7 días, esta fase se sitúa entre la luna nueva y la luna llena, iluminándose por la mitad desde la perspectiva terrestre. Antes de abordar las creencias y tradiciones asociadas, es esencial comprender su naturaleza desde una perspectiva científica.

En el ciclo lunar, compuesto por ocho fases, el cuarto creciente emerge cuando la luna avanza hacia su plenitud, adoptando la forma de una "D" en el cielo. Durante esta fase intermedia, la cantidad de luz que refleja la luna aumenta gradualmente, marcando un momento significativo en su ciclo.

Si bien la ciencia no respalda de manera concluyente los supuestos efectos directos de la luna en cuarto creciente sobre las personas, diversas creencias históricas y tradiciones han forjado una narrativa en torno a esta fase lunar. Algunos sostienen que durante el cuarto creciente, las energías son propicias para el crecimiento personal, la toma de decisiones trascendentales y la manifestación de metas y deseos.

La influencia y leyendas de la luna

En varias culturas, se ha arraigado la creencia de que esta fase lunar está vinculada a un aumento de energía y vitalidad, lo que podría traducirse en mayor entusiasmo y motivación para iniciar proyectos o tomar decisiones importantes.

Los astrólogos, por su parte, sugieren que la luna en cuarto creciente podría influir en el comportamiento humano, despertando la sensualidad, la curiosidad y la comunicación. No obstante, estas afirmaciones carecen de respaldo científico y dependen en última instancia de las creencias personales y culturales de cada individuo.

En el ámbito animal, la ciencia tampoco ha proporcionado pruebas sólidas de los efectos directos de la luna en cuarto creciente. Sin embargo, algunas teorías sugieren que las fases lunares podrían influir en el comportamiento animal, especialmente en aquellos con ciclos reproductivos o migratorios vinculados al ciclo lunar.

En entornos naturales, la luna en cuarto creciente podría influenciar a los animales, particularmente aquellos cuyos ciclos biológicos están sincronizados con el ciclo lunar. En la ganadería y la agricultura, tradiciones transmitidas a lo largo del tiempo sugieren que ciertas actividades, como la siembra de cultivos o la cría de animales, deberían llevarse a cabo según las fases lunares para obtener mejores resultados.

No obstante, es crucial señalar que los efectos de la luna en cuarto creciente sobre los animales no son uniformes ni predecibles. Varían según diversos factores ambientales y adaptaciones biológicas propias de cada especie. Muchos animales, de hecho, poseen mecanismos internos para regular sus ritmos biológicos de manera independiente a las fases lunares, desafiando la simplicidad de las conexiones directas entre la luna en cuarto creciente y su comportamiento.

¿Cuándo es el próximo cuarto creciente?

El siguiente cuarto creciente lunar está programado para este próximo domingo 17 de marzo, así que esta semana y la que viene puede ser un buen momento para que eches un vistazo a los animales que tengas cerca para comprobar si varía su comportamiento.

La luna en cuarto creciente, además de su belleza en el cielo nocturno, ha generado infinidad de leyendas y creencias y especulaciones. Aunque algunas tradiciones sostienen su influencia en el crecimiento personal y el comportamiento animal, la ciencia aún no ha validado de manera concluyente estos supuestos efectos.

En última instancia, la relación entre la luna en cuarto creciente y sus impactos en personas y animales permanece en el reino de la interpretación personal y cultural, más allá de las fronteras de la evidencia científica sólida.