La salud mental se ha convertido en la patología laboral que más ha contribuido al incremento del ausentismo en los últimos años, según un informe de UGT. El estudio vincula este aumento a largas jornadas laborales y a la falta de desconexión digital. Esto es propiciado por la hiperconectividad, disponibilidad e inmediatez que ofrece la tecnología.

Según afirma EFE, el informe, publicado este jueves, destaca que la salud mental ha ganado un peso significativo en el total de jornadas laborales perdidas entre 2018 y 2023, con un aumento de 5.1 puntos porcentuales. En el último año disponible, más del 18% de las jornadas perdidas por procesos de larga duración se atribuyen a afecciones psicológicas. Un dato que ocupa el segundo lugar entre las razones registradas.

Además, las bajas por salud mental han incrementado su proporción sobre el total de licencias, pasando del 16% en 2023 al 17% en 2024. El sindicato subraya que un tercio del deterioro del ausentismo en los últimos seis años está directamente relacionado con enfermedades de salud mental.

Horas extra y desconexión digital

Entre las razones de este incremento, UGT señala el alargamiento de la jornada laboral. El sindicato afirma que el mercado de trabajo impone que millones de empleados realicen más de 2.5 millones de horas extra sin remunerar. A esto se suma que las nuevas tecnologías permiten desvincular la prestación laboral de la presencialidad. Esto ha facilitado que los trabajadores realicen gran parte de sus tareas desde un teléfono inteligente con múltiples herramientas informáticas.

Según UGT, "unos 7.74 millones de trabajadores tienen a su disposición dispositivos proporcionados por su empleador para que puedan trabajar en cualquier momento y lugar". El estudio concluye que "la combinación de una mala organización del trabajo y jornadas laborales interminables se configura como el principal detonante de una afección mental o, alternativamente, como un potentísimo factor agravante de cualquier patología incipiente".

Desconexión digital como derecho fundamental

Para el sindicato, es crucial elevar la desconexión digital a la categoría de derecho fundamental y llevar a cabo una reforma legislativa que la proteja. Esto implicaría prohibir las comunicaciones fuera del horario laboral, salvo en casos de imperiosa necesidad y peligro grave e inaplazable. Se propone que los accesos remotos queden registrados y se consideren tiempo efectivo de trabajo, siendo remunerados.

Asimismo, se debe garantizar la obligación de negociar protocolos de desconexión e incluir este derecho como prioridad en las políticas de seguridad y salud en el trabajo, así como un elemento más en la protección contra riesgos laborales. UGT insta a las empresas a asumir su responsabilidad, enfocándose en el deber de vigilancia del empleador, eliminando la posibilidad de "voluntariedad" de este tiempo extra y haciendo explícita la obligación empresarial de evaluar y tomar medidas ante cualquier riesgo psicolaboral.