Un varón de 33 años, con un extenso historial por sustracciones en el campo, ha sido imputado por la Guardia Civil. El delito es leve tras incautarle una gran cantidad de fruta robada que transportaba en su vehículo.
Según Europa Press, la operación se llevó a cabo por agentes del Puesto de Aldeanueva de Ebro de la Benemérita, en La Rioja. Fue parte de los operativos especiales diseñados para prevenir y combatir la delincuencia en las áreas agrícolas y ganaderas de la región. El sujeto investigado, residente en la localidad navarra de Lodosa, es bien conocido por las fuerzas de seguridad. Esto se debe a sus múltiples antecedentes penales relacionados con hurtos y robos en explotaciones rurales.
La interceptación y el hallazgo de la carga
Mientras patrullaban las zonas frutícolas, los efectivos de la Guardia Civil observaron un turismo marca Seat. El conductor levantó sospechas. Al interceptar el vehículo e identificar al hombre de 33 años, las comprobaciones de las bases de datos confirmaron que se trataba de un individuo con un largo historial delictivo, incluyendo numerosos episodios de robo de fruta.
Durante la inspección del coche, los agentes descubrieron un total de 140 kilogramos de nectarinas almacenados en el maletero. Al ser cuestionado sobre la procedencia de la mercancía, el investigado proporcionó explicaciones muy poco creíbles y contradictorias. Primero afirmó haber recogido la fruta caída del suelo en un huerto cercano. Luego cambió su versión asegurando haberla comprado por 20 euros a un conocido para revenderla en Logroño.
Ante la clara falta de justificación legal para la posesión de los frutos, los agentes confiscaron la carga. Dada la naturaleza perecedera de las nectarinas y la imposibilidad de localizar a su legítimo propietario, la fruta fue donada de inmediato a una entidad benéfica para la ayuda a personas necesitadas. Finalmente, el conductor ha quedado a disposición de la autoridad judicial competente por el presunto delito leve de hurto.
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