La Guardia Civil ha arrestado a dos individuos como presuntos responsables de un robo con violencia ocurrido el 21 de octubre de 2024 en un estanco de Murillo de Río Leza (La Rioja). Durante el asalto, los delincuentes emplearon un arma de fuego y se enfrentaron físicamente al propietario del establecimiento. Se les imputan los delitos de robo con violencia e intimidación, sustracción o hurto de vehículo a motor y daños provocados por incendio.

El atraco se produjo alrededor de las ocho de la tarde, cuando uno de los sospechosos, ocultando su rostro con mascarilla y gorra, irrumpió en el local armado. Tras apuntar directamente a la dependienta, le exigió entre gritos que le entregara el dinero de la caja. En ese momento apareció el dueño del negocio desde la trastienda, sorprendiendo al asaltante, según ha confirmado Europa Press.

El atracador le encañonó, pero el propietario se enfrentó a él, consiguiendo arrancarle la mascarilla y la gorra que le cubrían la cara. En medio del forcejeo, el ladrón soltó el dinero y escapó a toda prisa hacia un coche que le esperaba fuera, conducido por su cómplice.

La investigación fue asumida por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil, cuyos agentes realizaron una minuciosa inspección del lugar, recogieron pruebas y tomaron declaración a víctimas y testigos. Con estos datos se puso en marcha la operación “Shoro”, centrada en identificar y detener a los responsables. Las pesquisas iniciales indicaron que el atraco había sido cuidadosamente planificado: los delincuentes conocían los horarios del local y actuaron justo antes del cierre, cuando apenas quedaban clientes.

El uso del arma, junto con guantes, mascarilla y una prenda para cubrir la cabeza, tenía un doble propósito: intimidar a las víctimas y evitar dejar rastros que facilitaran su identificación.

El vehículo incendiado

Pocas horas después del robo, los agentes descubrieron que los autores habían abandonado el coche empleado en la huida en las afueras de Logroño y lo habían incendiado para eliminar pruebas.
Cuando los bomberos apagaron el fuego, localizaron cerca del vehículo, que había sido robado días antes en la capital riojana, un llavero y varios objetos que podrían pertenecer a los atracadores. Estos elementos fueron analizados y se convirtieron en piezas clave para el avance de la investigación.

Tras varios meses de trabajo y análisis de perfiles de delincuentes habituales, el Grupo de Delitos contra el Patrimonio logró identificar con certeza a los sospechosos. Con esta información, la Guardia Civil organizó un operativo simultáneo en distintas localidades riojanas, que permitió detenerlos en Logroño y Entrena, impidiendo su fuga.

Con su arresto, los agentes han puesto a disposición judicial tanto a los ejecutores materiales como a los presuntos cerebros del atraco. La investigación continúa abierta, ya que no se descarta la implicación de más personas. Ambos detenidos cuentan con un amplio historial criminal, con antecedentes por robos con violencia, intimidación, fuerza, hurtos y otras infracciones graves.