Agentes de la Policía Municipal de Pamplona han arrestado a un individuo e investigan a otras dos personas por su presunta implicación en tres delitos de hurto cometidos mediante el llamado “método del abrazo” o hurto por afecto.

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Los robos, dos relojes y una cadena de oro, tuvieron lugar en los meses de julio, agosto y octubre, en la calle Ochagavía, la avenida de Carlos III y la calle Serafín Olave, respectivamente. Según ha informado la Policía Municipal, tanto la descripción de los sospechosos como la del vehículo coinciden con los datos recopilados tras las denuncias de los afectados.

El pasado viernes, alrededor de las 17:40 horas, un agente localizó un coche con un hombre al volante y dos mujeres en el interior que coincidía en marca y modelo con un vehículo vinculado a varios hurtos realizados mediante el abrazo. Tras seguirlo durante un tramo, se observó que el conductor pasó hasta cuatro semáforos en rojo, por lo que se le dio el alto y fue trasladado a dependencias policiales como investigado por un posible delito contra la seguridad vial, según ha confirmado Europa Press.

Una vez verificados los datos del conductor y tras las pesquisas correspondientes, se decidió su detención por su presunta participación en el robo con violencia de un reloj Rolex valorado en unos 17.000 euros, ocurrido el 23 de julio en la calle Ochagavía. Este hombre habría sido el conductor del coche que utilizó la autora material del hurto para abandonar el lugar. Para concretar su detención fue necesaria la colaboración de la Policía Nacional, dado que ya se encontraba fuera de Pamplona.

El equipo encargado del atestado ha determinado, tras las investigaciones, que la apariencia de una de las mujeres identificadas en el vehículo coincide plenamente con la persona que cometió el robo en la calle Ochagavía.

Objetivo: personas mayores

Además, se verificaron otras dos investigaciones de características similares: un hurto denunciado el 11 de agosto por una mujer mayor en la avenida de Carlos III, y otro ocurrido el 20 de octubre por una persona nonagenaria en la calle Serafín Olave, quien reportó la sustracción de una cadena de oro con un crucifijo macizo.

La Policía Municipal sostiene que los sospechosos forman un grupo criminal organizado y coordinado. Aunque suelen cambiar de vehículo para no ser reconocidos, las cámaras de videovigilancia han permitido a los investigadores vincularlos con los robos denunciados.

Estos hurtos se ejecutan seleccionando a personas de edad avanzada, a quienes se acercan con halagos, caricias y abrazos para ganarse su confianza antes de sustraerles los objetos de valor. Siempre utilizan un vehículo estacionado cerca del lugar del hurto para facilitar su huida inmediata. Es común que los autores de este tipo de delitos cambien con frecuencia de coche y los inscriban a nombre de terceros para proteger su identidad y evitar ser asociados con los vehículos empleados en los robos. Tras ser puesto a disposición judicial, el detenido quedó en libertad.

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