Una de cada 25 ensaladas en bolsa que se venden en Europa está contaminada con Toxoplasma gondii, el parásito causante de la toxoplasmosis. Así lo concluye el mayor estudio realizado hasta la fecha sobre este producto alimentario, publicado este mes en la revista Eurosurveillance y financiado por el programa de salud de la Unión Europea.
El análisis ha sido coordinado por el Instituto Nacional de Salud y Bienestar de Finlandia (THL), con la participación de más de una docena de países. En total, se analizaron 1.590 muestras de vegetales listos para consumir –principalmente ensaladas envasadas– adquiridos en supermercados de 11 países europeos. El parásito fue detectado en 68 de ellas (un 4,3%).
La toxoplasmosis es una infección causada por el parásito Toxoplasma gondii, presente en animales y en el medio ambiente. El contagio por vía alimentaria –ya sea por carne poco cocinada o frutas y verduras mal lavadas– representa una de las principales formas de transmisión del parásito. En la mayoría de los casos pasa inadvertida o provoca síntomas leves similares a los de una gripe, pero en mujeres embarazadas, personas inmunodeprimidas o pacientes transplantados puede producir complicaciones graves, como daños neurológicos, oculares, malformaciones congénitas en el feto o abortos espontáneos.
Un 3,3% de muestras positivas en España
Según los investigadores, el hallazgo pone de relieve la necesidad de mejorar las prácticas de higiene tanto en el cultivo como en el procesado industrial de los vegetales que se comercializan como "listos para consumir". En muchos casos, estos productos no requieren cocinado ni lavado por parte del consumidor, lo que convierte cualquier fallo en la cadena de producción en un potencial riesgo sanitario.
La tasa de contaminación varió significativamente entre países. En España, se analizaron 150 muestras, de las cuales cinco (un 3,3%) resultaron positivas. En países como Letonia y Rumanía, las tasas superaron el 10%. El tipo de vegetal también influye: las mezclas de lechuga, rúcula y espinacas presentaron mayor presencia del parásito que otras variedades.
Los autores del estudio advierten que el parásito detectado es viable, es decir, potencialmente capaz de provocar infección. Además, recuerdan que el lavado previo en origen no garantiza la eliminación total del microorganismo. Por ello, recomiendan extremar las precauciones en los grupos vulnerables y considerar el cocinado o un lavado adicional en el hogar, incluso en productos etiquetados como "listos para consumir".
El informe se publica en un contexto de creciente preocupación por la seguridad alimentaria en productos frescos. En los últimos años, se han documentado brotes de otras infecciones, como Listeria monocytogenes o E. coli, vinculadas al consumo de vegetales crudos. En este caso, el estudio europeo no identifica brotes, sino una exposición sostenida y silenciosa que podría estar contribuyendo a las infecciones esporádicas que no siempre se rastrean hasta su origen. Un portavoz de la empresa Florette citado por el diario El País ha asegurado que "el riesgo de contaminación" de las ensaladas embolsadas "es mucho menor que en los productos frescos, que no son sometidos a ningún tipo de lavado".
En Europa, la toxoplasmosis congénita afecta a entre 1 y 20 de cada 10.000 nacimientos, según estimaciones del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades. Aunque el número es bajo, los daños pueden ser irreversibles. Los autores piden reforzar los controles en la cadena alimentaria y actualizar las guías de consumo para los grupos de riesgo.
Recomendaciones básicas
- Aunque el etiquetado indique que la ensalada está "lista para consumir", es recomendable lavarla nuevamente si se pertenece a un grupo vulnerable
- Evitar el consumo de vegetales crudos en embarazadas, personas inmunodeprimidas o en tratamiento con inmunosupresores
- Mantener la cadena de frío y consumir el producto antes de la fecha indicada
- Extremar la limpieza en superficies y utensilios tras manipular vegetales crudos
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