La Guardia Civil investiga la identidad de un cadáver hallado el sábado por la tarde en el río Ebro, a la altura de Campredó, entidad del municipio de Tortosa (Tarragona), que presentaba signos de extrema violencia, con impactos de bala y las manos amputadas.
Según han informado este miércoles a Efe fuentes cercanas a la investigación, la víctima sería un hombre de entre 40 y 50 años de edad y, aunque ya se le ha practicado la autopsia, se está todavía a la espera de los resultados.
La Guardia Civil recibió el pasado sábado por la tarde un aviso del 112 sobre el hallazgo de un cadáver en el río Ebro.
Agentes de este cuerpo que se desplazaron a la zona constataron que la víctima presentaba disparos por arma de fuego y le habían amputado las manos.
La Guardia Civil mantiene un amplio operativo en la zona para buscar pruebas científicas que permitan identificar a la víctima, al autor o autores de este asesinato o los motivos que han provocado esta muerte con extrema violencia.
El juzgado de guardia de Tortosa se ha hecho cargo del caso y ha decretado el secreto de sumario.
Te puede interesar
-
Un muerto y tres heridos en un ataque con cuchillo en un instituto francés
-
Muere un hombre y otros dos resultan heridos en un accidente de tráfico en Cuenca
-
Muere el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa a los 89 años
-
"Los Escobar-Camprubí estarán siempre con nosotros y en nuestros corazones"
Lo más visto
- 1 Tumban 50 multas que un inspector puso a la cadena Primor
- 2 España se queda a oscuras: no recuperará la luz hasta esta noche
- 3 España comienza a recuperar la luz y las comunicaciones tras el gran apagón nacional
- 4 ¿Por qué Canarias y Baleares han esquivado el apagón?
- 5 Estos son los móviles que tendrán Internet gratis en todo el mundo
- 6 La energía hidráulica, solar y eólica, claves para acelerar la reposición energética
- 7 La Audiencia Nacional anula la retirada de las medallas de plata a seis comisarios jubilados
- 8 Estos son los posibles sucesores del Papa Francisco
- 9 Quiénes son los pesos pesados en el cónclave