El cuerpo sin vida de un varón fue hallado en la noche del 24 de mayo de 2025 en el cauce del río Grío, a su paso por el término municipal de Morata de Jalón (Zaragoza).
Según informa la agencia de noticias, el descubrimiento, reportado por un vecino a través del servicio de emergencias 112 a las 21:05 horas, activó un operativo coordinado por la Guardia Civil, que incluyó a efectivos de Seguridad Ciudadana, Policía Judicial y Bomberos.
El río Grío, afluente del Jalón y este a su vez del Ebro, recorre 45 kilómetros por la provincia de Zaragoza, atravesando municipios como Codos, Tobed y Santa Cruz de Grío. Su cauce, caracterizado por un caudal irregular y tramos encajonados entre sierras ibéricas, alberga ecosistemas sensibles, como la Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA) en Mularroya. En Morata de Jalón, el río fluye cerca de áreas rurales y urbanas, siendo frecuentado por pescadores y excursionistas.
Tras recibir el aviso, los equipos de emergencia se desplazaron al paraje natural del río Grío, ubicado a unos 2 kilómetros del casco urbano de Morata de Jalón. Los bomberos realizaron labores de extracción del cuerpo, que se encontraba parcialmente sumergido en una zona de acceso complicado. El cadáver, correspondiente a un varón de edad y filiación desconocidas, presentaba signos de descomposición, lo que sugiere que llevaba varios días en el agua.
La Guardia Civil acordonó el área y coordinó el traslado del cuerpo al Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) en Zaragoza, donde se practicará la autopsia para determinar las causas del fallecimiento. Hasta el momento, no se han encontrado indicios de violencia ni objetos personales que faciliten la identificación.
El alcalde de Morata de Jalón, Luis Velilla, confirmó que las autoridades municipales fueron informadas del suceso, pero desconocen detalles sobre la identidad del fallecido o las circunstancias del caso. La investigación, liderada por la Policía Judicial, se centra en revisar desapariciones recientes en la comarca de Valdejalón y analizar imágenes de cámaras de seguridad en accesos al río.
Este incidente se produce en un contexto de aumento de actividades recreativas en el río Grío, especialmente tras proyectos de promoción turística como la Ruta de las Riberas del Grío y Perejiles. No obstante, la falta de iluminación y señalización en tramos apartados incrementa los riesgos para visitantes.
Morata de Jalón, municipio de 1.082 habitantes, ha registrado incidentes similares en décadas anteriores, aunque ninguno con víctimas mortales en los últimos años. El río Grío, pese a su valor ecológico, arrastra desafíos como la contaminación por residuos agrícolas y el impacto del proyecto del embalse de Mularroya, aún en disputa por su potencial efecto en la ZEPA.
Organizaciones locales como la Asociación Cultural Grío han destacado la necesidad de equilibrar la conservación del entorno con medidas de seguridad para usuarios. Mientras, la Guardia Civil recomienda evitar zonas aisladas del cauce sin compañía y reportar actividades sospechosas.
El hallazgo del cadáver en el río Grío reabre debates sobre la vigilancia en espacios naturales y la coordinación entre entidades para prevenir tragedias. A la espera de resultados forenses, la comunidad de Morata de Jalón confronta el misterio de una muerte que subraya la vulnerabilidad humana ante entornos aparentemente serenos. La resolución de este caso dependerá de avances técnicos y, quizá, de la colaboración ciudadana para arrojar luz sobre las horas finales del fallecido.
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