La Policía Nacional de Córdoba arrestó el 3 de junio a un hombre acusado de tentativa de homicidio y robo con violencia tras presuntamente apuñalar a un familiar y sustraerle un patinete eléctrico.
Según informa Europa Press, los hechos, ocurridos el 19 de mayo en el barrio de Ciudad Jardín, han puesto de relieve la escalada de conflictos interpersonales vinculados a la movilidad urbana y la violencia con armas blancas en la ciudad.
El incidente se registró alrededor de las 22:30 horas en un establecimiento hostelero de la zona, donde el detenido habría discutido con la víctima antes de atacarla con un cuchillo, causándole una herida en el brazo.
Tras la agresión, el presunto autor huyó del lugar utilizando el patinete eléctrico de su familiar, valorado en varios cientos de euros.
La víctima, asistida por testigos y agentes policiales, fue trasladada al Hospital Universitario Reina Sofía, donde recibió tratamiento quirúrgico sin que su vida corriera peligro.
Las pesquisas policiales, iniciadas inmediatamente después del suceso, permitieron identificar al agresor gracias a testimonios y pruebas recabadas en el lugar.
El 3 de junio, agentes de la Policía Nacional localizaron al sospechoso en su domicilio, donde fue arrestado y trasladado a dependencias judiciales para declarar.
Durante el operativo, se incautó el arma blanca utilizada en el ataque, confirmándose que se trataba de un cuchillo.
Pese a la gravedad de los cargos, el acusado quedó en libertad con cargos tras su comparecencia ante el juez, en espera de juicio.
Este caso se enmarca en una serie de incidentes recientes en Córdoba vinculados a robos de patinetes y agresiones con armas blancas. Solo dos semanas antes, otro hombre fue apuñalado en el Sector Sur tras una discusión de tráfico mientras circulaba en patinete, requiriendo intervención médica de emergencia.
Estos episodios reflejan tensiones crecientes alrededor del uso de vehículos de movilidad personal, así como la facilidad con que conflictos menores derivan en violencia física.
Las autoridades insisten en la importancia de mediación comunitaria y controles más estrictos sobre la tenencia de armas blancas, cuya presencia en vía pública sigue siendo un desafío para la seguridad ciudadana.
Mientras, el detenido afronta cargos que podrían llevar a una condena de hasta diez años de prisión, según el Código Penal español por tentativa de homicidio y robo con intimidación.
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