La Guardia Civil ha detenido recientemente a un joven en la localidad de Argamasilla de Alba (Ciudad Real) acusado de un presunto delito de acoso, conocido como stalking, tras realizar más de un centenar de llamadas telefónicas ocultas a su expareja.

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El caso, que ha generado gran preocupación en la comunidad, pone de relieve la gravedad de las conductas de acoso a través de medios telemáticos y la importancia de la intervención policial para proteger a las víctimas, según informa Europa Press.

Según fuentes de la Guardia Civil, la investigación se inició tras la denuncia presentada por la víctima, quien relató que llevaba meses recibiendo llamadas telefónicas desde un número oculto. Estas comunicaciones, realizadas de manera insistente y en ocasiones con connotaciones sexuales, generaron un profundo estado de ansiedad tanto en la afectada como en su entorno familiar.

El anonimato que proporciona el uso de números ocultos dificultó inicialmente la identificación del autor, pero la persistencia de los agentes permitió avanzar en las pesquisas.

Durante la toma de declaración en dependencias policiales, el presunto acosador llegó incluso a llamar a la víctima en presencia de los agentes, lo que dejó patente la situación de hostigamiento que sufría. Este hecho fue determinante para reforzar la investigación y agilizar el proceso de localización del sospechoso.

La ardua labor de la Guardia Civil, en coordinación con el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Manzanares, permitió identificar el número real desde el que se efectuaban las llamadas.

Finalmente, el joven fue localizado y detenido el pasado 2 de noviembre. Tras su arresto, fue puesto a disposición judicial, donde deberá responder por un delito de acoso, tipificado en el Código Penal español.

El acoso telefónico, especialmente cuando se produce de forma reiterada y utilizando medios que dificultan la identificación del autor, constituye un grave delito que puede tener importantes repercusiones legales.

La Guardia Civil recuerda a las personas que sufran este tipo de situaciones la importancia de denunciar los hechos lo antes posible. Las fuerzas de seguridad cuentan con protocolos específicos para investigar y perseguir el stalking, garantizando la protección de las víctimas y la sanción de los responsables.

Este caso se suma a otros recientes en los que las fuerzas de seguridad han actuado con celeridad para frenar conductas de acoso tras la ruptura de relaciones sentimentales, demostrando la eficacia de la colaboración ciudadana y policial en la lucha contra este tipo de delitos.

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