El reciente hallazgo de un cuerpo en la vertiente francesa del pico de Rulhe, en los Pirineos, ha reavivado la esperanza de esclarecer la desaparición de los dos montañeros catalanes extraviados desde diciembre pasado.
Según informa Europa Press, el Gobierno español ha señalado la existencia de “indicios” que apuntan a que el cadáver encontrado podría pertenecer a uno de los excursionistas desaparecidos, aunque la confirmación oficial dependerá de los resultados de la autopsia forense que se realizará en Toulouse en los próximos días.
El caso se remonta al 7 de diciembre de 2024, cuando Txell Fusté, de 52 años y vecina de Manresa, y Esteve Carbonell, de 47 años y natural de Gironella, intentaron ascender al pico de Rulhe, de 2.800 metros de altitud, en el departamento francés de Arieja.
Durante la travesía, una violenta ventisca conocida como torb les sorprendió, impidiéndoles regresar y dificultando su localización. Desde entonces, y pese a intensos operativos de búsqueda que involucraron a bomberos andorranos y gendarmes franceses, no se había logrado encontrar rastro de la pareja.
El deshielo primaveral ha sido clave en el descubrimiento. Un grupo de montañistas españoles localizó el pasado 1 de junio un cuerpo parcialmente sepultado por la nieve. Según los rescatadores franceses, los indicios más sólidos que vinculan el cadáver con uno de los desaparecidos son la ropa y el equipo hallados, que coinciden con los que portaba Esteve Carbonell en el momento de la desaparición.
Sin embargo, las autoridades insisten en que no puede haber confirmación definitiva hasta que los análisis forenses determinen la identidad.
La zona donde se produjo el hallazgo es conocida por su dificultad y peligrosidad, especialmente en condiciones meteorológicas adversas.
El itinerario seguido por los montañeros pudo reconstruirse parcialmente gracias a las señales de sus teléfonos móviles, que se perdieron cerca del collado de las Calmettes, a unos 2.000 metros de altitud, antes de coronar la cima.
Mientras tanto, los servicios de emergencia franceses mantienen la búsqueda del segundo cuerpo, presumiblemente el de Txell Fusté, aunque las condiciones meteorológicas —incluida una reciente alerta amarilla por tormentas— complican las labores de rastreo.
Familiares y amigos de la pareja han retomado la búsqueda en la zona, aprovechando el deshielo y la mayor accesibilidad del terreno.
El Gobierno y las autoridades francesas han reiterado su compromiso de esclarecer los hechos y brindar apoyo a las familias.
La comunidad montañera y los allegados de los desaparecidos esperan que la identificación oficial permita cerrar un capítulo doloroso y arroje luz sobre lo ocurrido en aquella fatídica jornada de diciembre.
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