El Conservatori del Liceu de Barcelona se encuentra en el centro de la polémica tras activar su protocolo de prevención y actuación ante el acoso, a raíz de la denuncia presentada por una alumna contra un profesor de guitarra clásica, identificado como S.V., por presuntos tocamientos y comportamientos inapropiados durante las clases, según informa Europa Press.

PUBLICIDAD

La situación salió a la luz en enero de 2024, cuando una alumna del grado superior denunció haber sido víctima de tocamientos en sus partes íntimas por parte del docente, justo antes de un concierto de la Orquesta de Guitarras de Barcelona, una agrupación fundada por el propio profesor y desvinculada de las clases oficiales del conservatorio, según ha avanzado 'El Periódico'.

Además, se reportó una segunda acusación por acoso y proximidad inapropiada en el entorno académico. Según testimonios recogidos por la prensa, a lo largo de los últimos 30 años, al menos una decena de estudiantes han solicitado el cambio de profesor debido a actitudes similares dentro del aula.

Las alumnas afectadas describen un patrón de comportamiento que incluye preguntas incómodas sobre su vida personal y tocamientos en zonas como muslos y rodillas, bajo la excusa de enseñar técnica instrumental.

Algunas exalumnas han calificado al docente como "baboso", "muy tocón", "narcisista" y "manipulador", señalando que utilizaba su posición para prometer oportunidades profesionales a cambio de favores personales.

Tras recibir la denuncia, el Conservatori del Liceu activó de forma inmediata su Protocolo de Prevención y Actuación ante el Acoso, gestionado por la Comisión de Igualdad del centro.

El protocolo establece mecanismos claros de prevención, detección, investigación y actuación ante cualquier modalidad de acoso, garantizando la confidencialidad y el acompañamiento a la persona afectada durante todo el proceso.

En este caso, la alumna optó por no presentar una denuncia formal ante organismos externos, pero sí solicitó no coincidir más con el profesor denunciado, una petición que fue respetada por el centro.

El docente aceptó por escrito las medidas impuestas, que siguen vigentes hasta la fecha. Sin embargo, el conservatorio no comunicó la situación a las autoridades públicas competentes, lo que ha generado críticas entre la comunidad educativa y exalumnas, quienes denuncian una sensación de inseguridad y desprotección.

El protocolo del Conservatori del Liceu contempla varias fases: comunicación y asesoramiento, denuncia interna e investigación, y resolución. En todo momento, se prioriza el respeto a la intimidad, la presunción de inocencia y la confidencialidad de las partes implicadas.

La Comisión de Igualdad es la encargada de investigar los hechos y proponer medidas correctoras o sancionadoras si se confirman las acusaciones.

El caso ha reavivado el debate sobre la necesidad de reforzar los mecanismos de prevención y actuación ante el acoso en instituciones educativas, así como la importancia de ofrecer un entorno seguro y de confianza para el alumnado.

El Conservatori del Liceu, por su parte, afirma haber actuado conforme a su protocolo, aunque persisten dudas sobre la efectividad de las medidas adoptadas y la protección real de las víctimas.

PUBLICIDAD