“Lo bueno del cine es que lo haces tuyo, y como a ti te dé la gana”, dice Ricardo Cavolo en 100 películas sin las que no podría vivir (Lunwerg). Un volumen en el que el ilustrador hace su particular homenaje a la historia del cine.

El universo de Cavolo se mete en cada una de las películas para hacerlas suyas, con su mirada y sus muchos ojos, unas veces cuatro y otras seis, como acostumbra. La parada de los monstruos, Tiempos modernos, Los Goonies o Pulp Fiction son algunao de los títulos que ha ilustrado para este libro.

El séptimo arte es una parte irrenunciable del acervo cultural de los creadores contemporáneos. Lejos de huir de ese bagaje el ilustrador salmantino se ha metido de lleno él. “A veces ni yo mismo lo sé, pero soy consciente de que parte de mi imaginería viene directa de las películas de mi vida. Diría que la mayor parte de mi universo mental subconsciente está repleto de fotogramas de todo lo que he visto. Y eso sale a relucir, sin remedio, de las maneras más inesperadas, en mis dibujos”, explica el autor.

Por eso Cavolo asegura que lo que aparece en este libro son sus “amores cinematográficos, independientemente de su consideración por la crítica”. Y avisa “no esperéis una sinopsis o una reseña de los largometrajes. Aquí me veréis a mí amando cada una de las cien películas y veréis también de dónde sale ese amor. Esto no es más que una historia de amor narrada en cien episodios”. Cavolo le pone ojitos al cine.



OTRA OBSESIÓN DE CAVOLO | No es la primera vez que nos adentramos en el mundo de Ricardo Cavolo, ya nos abrió las puertas de su estudio el pasado año para hablarnos de otra de sus obsesiones: la periferia. Allí donde nadie mira el ilustrador encuentra una de sus fuentes de inspiración. | Vídeo:M.V., Alèxia Martos, Núria Martínez.