Las polillas, esos pequeños insectos alados que parecen inofensivos, pueden convertirse en una verdadera pesadilla para tu hogar. Especialmente para tu armario. No es el adulto volador el que te daña las prendas. Son sus voraces larvas. Ellas ven en tu ropa de lana, seda o cachemira un festín irresistible.

Características y comportamiento de las polillas

Los armarios y cajones oscuros son el hogar preferido de las polillas de la ropa. Estas son pequeñas y discretas, con un espectro de colores que abarca desde el beige claro hasta el marrón dorado. Se desplazan de manera irregular y torpe. Sin embargo, no son estas las causantes de los daños. Son sus larvas las causantes de los daños característicos en nuestras prendas.

La hembra adulta de la polilla tiene la capacidad de depositar centenares de minúsculos huevos en las fibras de la ropa. Luego, las larvas emergen blanquecinas. Ellas se nutren de la queratina hallada en lana, seda, cachemir, plumas y pieles. Dejan orificios bien característicos a su paso. Además, tenemos la cercana especie de la polilla portaestuche. Esta especie es reconocida por diseñar diminutos capullos protectores alrededor suyo.

El tiempo de vida de estas polillas está determinado por dos aspectos. Por la búsqueda de alimento para sus crías y por la reproducción. Lugares oscuros, húmedos y de escasa ventilación son perfectos para su crecimiento y multiplicación. Por lo tanto, es importante mantener limpio y organizado nuestro hogar para prevenir su aparición.

¿Por qué van hacia la luz?

Las polillas y otros insectos que son activos durante la noche tienen una tendencia notable. Ellos tienden a volar en línea recta hacia fuentes de luz. Este peculiar comportamiento se conoce como fototaxis positiva. Aunque parece ser un fenómeno de atracción deliberada, no es así. Es más bien una consecuencia inesperada de su sentido de orientación natural.

En su entorno natural, estos insectos se guían principalmente por las fuentes lejanas de luz, como la luna o las estrellas. Al mantener un ángulo constante hacia estas fuentes de luz, son capaces de volar en una ruta directa y lineal.

Métodos para combatir a las polillas

Para poder hacer combate a estos insectos alados, hay diferentes métodos que van a hacer que tengas éxito.

Limpieza del hogar

  • Mantenimiento constante: realiza una limpieza exhaustiva de tus espacios como alfombras, moquetas, rendijas en armarios, detrás de muebles y áreas oscuras. Estos podrían ser los escondites perfectos y los sitios de crianza para las polillas. Las larvas también se nutren del polvo y de los desechos de piel o cabello.
  • Procedimiento post-limpieza: una vez que concluyas con el aspirado, asegúrate de vaciar inmediatamente la bolsa de la aspiradora o limpiar el recipiente. Lo más aconsejable es hacerlo al aire libre. Así evitamos que los huevos o larvas puedan sobrevivir.
  • Conservación de los armarios: mantén tu guardarropa limpio. Esto incluye el interior de los armarios y cajones. Puedes utilizar una mezcla entre agua y vinagre blanco para esta tarea. El vinagre, además de desinfectar, sirve como un repelente natural.

Almacenamiento de la ropa

  • Lavar antes de almacenar: las polillas sienten atracción por sudor, restos de comida y fibras impuras. Por eso, es recomendable limpiar de manera profunda o lavar todas las piezas de ropa antes de almacenarlas. Es importante, especialmente si son ropas de temporada que no planeas usar por un tiempo considerable.
  • Secado de Ropa: verifica que todas tus prendas estén perfectamente secas antes de almacenarlas. Un ambiente húmedo puede generar un entorno propicio para una proliferación de polillas.
  • Uso de contenedores herméticos: utiliza bolsas a prueba de aire, contenedores con tapa, al vacío o bolsas de plástico herméticas para guardar tu ropa de fibras naturales como lana, seda o cachemira. Las cajas de cartón no son lo bastante fuertes, ya que las larvas podrían roerlas.
  • Ventilación constante: otra forma de prevenir una infestación de polillas es asegurando una ventilación constante de los armarios y habitaciones. Esto ayuda a mantener un ambiente fresco y evitar ambiente estancados.

Inspección periódica

Revisa periódicamente tus armarios y prendas guardadas, especialmente las que usas con menos frecuencia. Busca pequeños agujeros, larvas, excrementos (pequeños gránulos) o túneles de seda.