La ingeniera española María Jesús Puerta Angulo ha obtenido un notable reconocimiento al alzarse con la victoria en la categoría Internacional de la primera fase del prestigioso concurso Lunar Recycle Challenge de la NASA, gracias a su innovador proyecto denominado 'Esperanza'.
Sin embargo, Puerta Angulo ha expresado su decepción ante las condiciones del premio de 1 millón de dólares, señalando que existen restricciones significativas: "Si no eres de Estados Unidos, te quedas fuera del bote. Es como si te tocara la lotería y no pudieras cobrarlo".
Según informa la agencia Europa Press, ante esta situación, la ingeniera ha lanzado un llamado a la colaboración: "Busco patrocinadores que me permitan participar en la segunda fase, mejorar mi equipo y demostrar que en España también podemos liderar la ciencia espacial, incluso enfrentando la adversidad en solitario", manifestó a través de sus redes sociales.
La participación en el concurso ha sido masiva, con más de 1.200 propuestas provenientes de más de 80 países. En esta primera etapa, se han seleccionado seis ganadores, siendo Puerta Angulo la única representante internacional. "Sin el respaldo de una empresa, sin recursos abundantes, solo con ciencia, regolito lunar y una gran esperanza", destacó.
La propuesta de la ingeniera consiste en un avanzado gemelo digital de un sistema de reciclaje lunar, capaz de transformar los residuos generados en futuras misiones espaciales en materiales reutilizables, contribuyendo así a la sostenibilidad de las exploraciones.
A pesar de que el premio total de esta fase ascendía a 1 millón de dólares, las restricciones impiden que los equipos fuera de EE.UU. reciban la recompensa económica. Puerta Angulo busca activamente apoyo para la fase 2 del concurso, ya que su equipo actual enfrenta limitaciones técnicas y el esfuerzo requerido es considerable.
El objetivo principal del desafío de la NASA es fomentar el diseño de sistemas eficientes para el reciclaje de materiales y residuos lunares, transformándolos en recursos valiosos para futuras misiones espaciales. Los equipos participantes deben crear un gemelo digital, un modelo virtual funcional y detallado del sistema de reciclaje propuesto.
Los criterios de evaluación se centran en la innovación técnica, el realismo del modelo, el potencial de implementación en misiones lunares, así como la optimización de recursos, el consumo energético y la gestión de residuos.
El Desafío LunaRecycle de la NASA es una competencia de dos fases, con un presupuesto de 3 millones de dólares, enfocada en el diseño y desarrollo de soluciones que minimicen los residuos no biológicos en misiones de larga duración a la Luna, Marte y otros destinos espaciales. Los equipos pueden participar en una o ambas fases.
A medida que la NASA se prepara para futuras misiones espaciales tripuladas, la sostenibilidad se convierte en un factor crucial, manteniendo la eficiencia y la rentabilidad como pilares fundamentales.
El Desafío LunaRecycle invita a los innovadores a explorar cómo procesar diversos flujos de residuos, como envases de alimentos, espuma, telas y componentes estructurales, en un entorno espacial, buscando reducir al mínimo o eliminar por completo los residuos que regresan a la Tierra.
Este desafío también tiene como objetivo inspirar enfoques y resultados más eficientes para el reciclaje terrestre, a través de soluciones novedosas, procesos que mejoren la eficiencia y reduzcan los productos tóxicos, así como tecnologías a menor escala que puedan implementarse en comunidades de todo el mundo.
El concepto de gemelo digital, originado en la NASA, representa una herramienta fundamental para el diseño y la construcción de sistemas y componentes físicos que deben operar en entornos extremos como la Luna o Marte.
Las tecnologías de gemelos digitales permiten numerosas iteraciones y configuraciones de diseño virtuales, reduciendo la necesidad de prototipos físicos y generando un ahorro significativo de tiempo y costos.
La sección Gemelo Digital de este desafío se centra en el diseño de un modelo virtual completo para el reciclaje de uno o más flujos de residuos sólidos en la superficie lunar y la fabricación de uno o más productos finales, impulsando la economía circular en el espacio.
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