Este miércoles, la popular influencer estadounidense, Caitlin Covington (35 años), publicó un vídeo en su cuenta de TikTok en el que, entre lágrimas, pedía perdón porque "este año no podré publicar vídeos de otoño". Las redes se llevaron las manos a la cabeza: "¿Se cancela, entonces, el otoño de la chica blanca cristiana?". Porque, para muchos, Covington es lo que Mariah Carey es para la Navidad, una fecha con la que marcar el comienzo de una nueva estación. Da igual si el calendario asegura que el verano termina el 22 de octubre: lo hará cuando Covington publique su primera sesión de fotos otoñales, vestida de lana, con tonos marrones o rojizos, y con un termo de café caliente entre sus manos. Al día siguiente de publicar su triste confesión, Covington lanzó un nuevo vídeo, ahora sí, vestida acorde a su estética: "Plot twist: JAMÁS cancelaría el otoño". Era todo una broma.
De esta manera, el posterior vídeo aclaratorio de la influencer da comienzo a la "temporaza cozy" (acogedor, en inglés), un periodo del año en el que se celebra y se comparte en redes todo lo relacionado con el otoño: cafés especiados, ropa de lana, decoraciones estacionales... todo bajo hojas impostadas (da igual si son falsas o no) y filtros de Instagram. Se ha movido la primera piedra —el anual vídeo de Covington—, es hora de la siguiente: Starbucks ha de lanzar su popular bebida otoñal, el Pumpkin Spice Latte (PSL para los fanáticos). Para ello quedan todavía dos semanas, pero aquellos que tengan la app de la franquicia pueden disfrutar del ansiado brebaje desde hoy mismo. Es oficial: el verano ha terminado, estamos, quieran o no, en otoño.
@cmcoving Plot twist: I would NEVER cancel fall 🍁🍂 Thank you for all your support, I was truly not expecting that response - your kindness honestly blew me away. Love y’all. 🥹 P.S. Consider this the official fall launch
♬ ladies and gentlemen HER - ♱ gracie ♱
Un fenómeno cafetero
Cuando en 2003 Starbucks lanzó su nueva bebida estacional, el Pumpkin Spice Latte, no sabía que estaba marcando un antes y un después en la cultura popular. Inspirado en los sabores tradicionales de pastel de calabaza, canela y nuez moscada, la cadena lanzó este café con leche de edición limitada que encandiló al público general. Esta bebida, que era, en sí misma, una promesa (no lleva calabaza real), se volvió tan popular que, tras cumplirse su mes y medio de vida, los fanáticos no tardaron en pedir su retorno.
Para el año siguiente, el PSL volvería con el comienzo de otoño. En 2003 había aparecido tan sólo en Washington D.C. y en Vancouver (Canadá); en 2004 se extendió a toda la red cafetera. Según CNBC, es la bebida más popular de todo el catálogo de Starbucks, con ventas que superan los 500 millones de dólares desde su lanzamiento.
El PSL ha evolucionado a lo largo de los años, siendo imitado por numerosas cadenas de cafeterías e inspirando una amplia gama de productos con sabor a especias de calabaza que pululan por todos lados una vez comienza septiembre. Es tal su popularidad que en 2022, el diccionario Merriam-Webster incluyó pumpking spice como término oficial, definiéndolo como "una mezcla de canela, nuez moscada, jengibre, clavo y, a menudo, pimienta de Jamaica, comúnmente utilizada en el pastel de calabaza".
Así, la bebida ha trascendido lo culinario para convertirse en un marcador cultural: su consumo anuncia la pertenencia a un grupo social concreto y a un ideal estético muy definido, asociado con la imagen de basic white girl (chica básica blanca) y la clase media acomodada. El PSL funciona como un ritual social que establece jerarquías simbólicas invisibles: quien lo toma participa de una narrativa de comodidad, nostalgia y consumo consciente; mientras que el que no, queda al margen de la coreografía estacional.
Conservadurismo a base de espuma
De este modo, el Pumpkin Spice Latte se convierte en un accesorio más que mostrar en Instagram y TikTok, en una representación visual del otoño que no solo busca capturar la belleza de la temporada, sino que también promueve una visión idealizada de la vida cotidiana, romantizando lo doméstico y los valores tradicionales de la feminidad. Algo similar ocurrió con la influencer española RoRo el verano pasado: aunque se presenta como neutral, la estética cozy ha sido reapropiada por los discursos conservadores para reforzar las normas de género, consumo y clase sin cuestionarlas.
@esteecwilliams Make pumpkin bread with me 🎃 Dress is from Retrostage #SephoraConcealers #DrPepperTuitionContest #fyp #pumpkinbread #tradwife #homemaking #baking #christianwoman #spoiledwife ♬ original sound - Estee
Así, bajo las etiquetas #pumpkinseason o #pumpkinspice de TikTok, nos encontramos con vídeos de mujeres que romantizan la vida otoñal mientras aseguran que "antes me interesaba mucho la política pero ahora me relajo mientras mi marido me dice qué pensar" o que se dedican "a limpiar la casa llevando un delantal y un bonito vestido mientras mi marido trabaja para mantener a nuestra familia".
El PSL y la estética cozy anticipan la llegada de la temporada de manera casi obsesiva: agosto se convierte en un ensayo general de otoño, donde cada producto e imagen sirve para señalar el ritual que está por comenzar. Lo que comenzó como un café con sabor a especias de calabaza se ha transformado en un marcador cultural, en un calendario estético y en un símbolo de status conservador: la "temporada perfecta" no es tanto una estación del año sino un conjunto de prácticas y signos que cada año se repiten, ritualizados y mercantilizados. Por el momento, fuera seguirán haciendo 40 grados.
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