Nueve de los veinte thrillers más vendidos en Amazon, incluidos los cuatro primeros, llevan la firma de Freida McFadden. Las portadas de las ediciones españolas de la saga La asistenta, facturadas por el sello de Penguin Suma, ocupan las marquesinas. Su nombre se ha convertido en sinónimo de adicción lectora: capítulos cortos, giros inesperados y finales que obligan a devorar sus libros de una sentada. A diferencia de tantos fenómenos recientes incubados en el anonimato digital, detrás de McFadden no hay una autora fantasma residente en Alicante salida de la autopublicación ni una identidad colectiva: hay una persona real, norteamericana, médico especialista en lesiones cerebrales que escribe compulsivamente, vive frente al mar con su familia y un gato negro, y parece disfrutar cultivando el misterio –seudónimo incluido–.
El éxito más rotundo de su catálogo es La asistenta (The Housemaid), que no solo ha liderado listas en Estados Unidos, Reino Unido o Alemania, sino que ha dado origen a una trilogía traducida ya a más de cuarenta idiomas y con más de nueve millones de ejemplares vendidos en conjunto. El fenómeno ha traspasado fronteras hasta convertirse en viral en TikTok y en Goodreads, con lectores que repiten fórmulas similares –"no pude soltarlo", "me lo leí en una sola noche", "el final me dejó noqueado", "el día que la empieces vas a abandonar todas tus obligaciones"– a la hora de cantar sus virtudes.
La serie se compone de La asistenta (2022), El secreto de la asistenta (2023, ganador del Goodreads Choice Award al mejor thriller) y La asistenta te vigila (2024). También cuenta con una historia corta, La boda de la asistenta.
Millie, cerrada por dentro
El arco narrativo sigue a Millie Calloway, una joven con un pasado turbio que encuentra trabajo en la mansión de los Winchester y pronto descubre que las puertas no se abren desde dentro. Lo que empieza como un empleo doméstico se convierte en un descenso a los infiernos del domestic noir: violencia psicológica, manipulación, desigualdad de clase y un catálogo de giros de guion que rozan lo compulsivo. Cada volumen traslada a Millie a nuevos escenarios –otras casas, nuevos secretos–, pero sin abandonar la sensación de encierro y amenaza que ha seducido a millones de lectores.
McFadden escribe con lo que un crítico ha definido como "prosa de serie adictiva": capítulos veloces, narración en primera persona y una economía de medios que prescinde de escenas sangrientas para apostar por la tensión psicológica y la atmósfera claustrofóbica. Esa combinación ha convertido sus libros en lectura de consumo rápido –muchos lectores completan una entrega en una tarde o en tres días como máximo–, pero también en materia de debate: ¿se trata de thrillers de usar y tirar o de una exploración más profunda de la vulnerabilidad y el poder en las relaciones contemporáneas?
En la era de las bookfluencers, La asistenta ha corrido la suerte de convertirse en el equivalente literario de una serie de sobremesa con cliffhanger en cada episodio. Es el libro que los lectores recomiendan con mayúsculas y cinco signos de exclamación, el que aparece en vídeos de un minuto con títulos como "no podrás creer este giro". El fenómeno se alimenta de la velocidad de consumo: capítulos de tres páginas, frases que parecen diseñadas para ser subrayadas en redes y finales que obligan a escribir OMG en los comentarios.
@laameery_1 A las 7:20 de la mañana, muy bien no me explico…Prepararé nueva lectura pronto jeje
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El salto al cine
En diciembre llega la prueba de fuego: Paul Feig, director de La boda de mi mejor amiga y Un pequeño favor, estrenará la adaptación cinematográfica con dos protagonistas de primera línea: Sydney Sweeney como Millie y Amanda Seyfried como Nina, la señora de la casa Winchester. La fecha de lanzamiento en España está fijada para el 1 de enero de 2026.
El reto es evidente: ¿cómo trasladar al cine la sensación de encierro emocional, la voz interna de la narradora y el ritmo de plot twist en cascada sin caer en el artificio? Feig ha prometido fidelidad al espíritu del libro, pero la elección de dos actrices con fuerte tirón mediático y estilos interpretativos distintos alimenta la duda sobre si la película será un ejercicio de suspense psicológico contenido o un thriller más vistoso y comercial. De momento, el trailer promete.
Obsesión lectora
Los éxitos virales suelen ser desechables, pero da la impresión de que La asistenta ha generado algo más sólido: una comunidad lectora obsesiva, traducciones a decenas de idiomas, adaptaciones audiovisuales en marcha y una autora que combina la disciplina de la medicina con la producción de varios libros al año. Ella reconoce que el trabajo médico le ha dado estabilidad para arriesgar en el marketing y libertad para escribir sin miedo a perder ingresos. Hoy dedica solo uno o dos días por semana a la práctica clínica, mientras su carrera literaria no deja de crecer.
Lo curioso es que, lejos de debilitarla, esa condición casi industrial ha blindado a McFadden como autora. Lo que en otro tiempo habría sido tachado de "literatura de usar y tirar" hoy se celebra como "lectura adictiva". La frontera entre el best seller efímero y fenómeno cultural se ha difuminado, y La asistenta ocupa ese espacio ambiguo donde el placer culpable se transforma en conversación global.
La pregunta inevitable es si la película logrará estar a la altura del fenómeno editorial. Para McFadden, la clave ha sido siempre el efecto hipnótico de leer "una puerta cerrada desde dentro": una promesa de misterio y peligro que no permite soltar el libro. Si Feig y su reparto consiguen replicar esa sensación en pantalla, el 2026 podría empezar con un nuevo boom cultural.
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