La muerte de Antonio Fernández Díaz Fosforito, ocurrida este jueves en Málaga a los 93 años, ha devuelto al primer plano la figura de uno de los maestros del flamenco del siglo XX. Natural de Puente Genil, nacido en 1932, residía en Málaga en los últimos años y permanecía ingresado en el Hospital Regional Universitario tras una intervención quirúrgica reciente.
Su nombre quedó ligado al canon del cante desde 1956, cuando obtuvo todos los premios del I Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba. Aquel impulso lo situó en la primera línea de un circuito que, en las décadas siguientes, lo llevó a compartir escenarios con Pepe Pinto, Juan Valderrama o Antonio Mairena y a participar como cabeza de cartel en los festivales de los años 70. En 1964 recorrió toda la costa norteamericana con motivo de la Exposición Universal, en compañía de su amigo Juan Habichuela, y en una de sus giras cantó en América para la bailaora Manuela Vargas.
500 obras y 40 discos
Fosforito fue un intérprete atento a la tradición y un creador consciente de su lugar en ella. Rescató estilos propios de su tierra –como el Zángano de Puente Genil–, compuso sus propias letras y escribió para otros artistas: Camarón utilizó algunos de sus versos en los inicios de su carrera. Dejó registrada una discografía amplia, cercana a las 500 obras firmadas a su nombre y unos 40 discos publicados. Entre sus colaboraciones destaca la antología grabada con Paco de Lucía, una referencia para los aficionados.
Su trayectoria estuvo también marcada por la reivindicación del legado flamenco. Participó en la disputa por la III Llave de Oro del Cante, finalmente otorgada a Antonio Mairena en 1962, y en 2005 recibió él mismo la V Llave de Oro en el Teatro Cervantes de Málaga, un reconocimiento que lo situó en la misma línea histórica que el Nitri, Manuel Vallejo, Mairena y Camarón de la Isla.
El conjunto de distinciones que acumuló da cuenta de su influencia: Ganador Absoluto del Concurso de Córdoba en 1956; Hijo Adoptivo de Córdoba desde 1981; Hijo Predilecto y Medalla de Oro de Puente Genil desde 1986; Premio Pastora Pavón de la Junta de Andalucía en 1999; Medalla de Oro de la Provincia de Málaga en 2004; Medalla de Andalucía en 2006; Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2007, y Medalla del Ateneo de Málaga en 2010, entre otras.
Luto oficial en Andalucía
Su última distinción llegó hace apenas unos días. El pasado lunes recibió en persona el premio ‘10’ de la Federación Provincial de Mayores de Málaga, entregado por representantes de la Federación Malagueña de Peñas tras no poder asistir a la gala del 5 de noviembre.
El impacto de su muerte ha alcanzado a las instituciones andaluzas. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha destacado en la red social X la “huella imborrable” que deja en la cultura andaluza y “en la historia de España”. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha subrayado que fue un artista que “bebió de la tradición para legarnos arte con mayúsculas”.
En Córdoba, ciudad de la que era Hijo Adoptivo, el Pleno municipal ha arrancado con un minuto de silencio. El Ayuntamiento ha expresado su intención de acompañar a la familia por “la relevancia de su figura en el mundo del flamenco”. Y la ciudad de Málaga ha decretado dos días de luto oficial.
Con una obra vasta y un magisterio que atravesó décadas, ‘Fosforito’ se mantiene como uno de los eslabones centrales del cante jondo contemporáneo. Su legado sigue sosteniendo, para varias generaciones de intérpretes y oyentes, la continuidad viva de una tradición exigente y profundamente arraigada.
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