Las puertas concebidas por Antonio López para la fachada de Santa María llegan por fin a Burgos. No para ocupar, de momento, su destino original, sino para presentarse en el Museo de la Catedral. Su inauguración será el sábado 29 de noviembre, a mediodía, en la capilla de los Condestables. El acto reunirá al arzobispo Mario Iceta, al deán Félix José Castro Lara, al propio artista y a diversas autoridades. Desde el día siguiente, el público podrá verlas en el museo del templo.
El Cabildo prepara la recepción de una obra que lleva años en el centro de la conversación cultural burgalesa. También ha activado la web puertasantoniolopez.com con información sobre el proyecto y las actividades asociadas. La agenda es amplia: el viernes 28 se celebrará la conferencia El proceso creativo y el significado teológico en las nuevas puertas, a cargo de Consuelo de la Cuadra, escultora y coordinadora del equipo artístico-técnico de ocho personas que ha trabajado en la realización de las puertas, y Gonzalo Jiménez; ese mismo día se presentará el libro Nuevas puertas para la catedral de Burgos; y el jueves 27, el profesor Luis Mayo Vega abordará el lugar de López en la escultura contemporánea.
A partir del domingo 30 y hasta el 5 de diciembre –y luego del 9 al 19– la visita a las puertas será gratuita. Después quedarán integradas en el recorrido turístico habitual, con la intención de que cualquiera pueda observar de cerca el bronce, los relieves y la lectura espiritual que el Cabildo asocia a la pieza.
Anunciación, Creación y Encarnación
Las tres puertas —Virgen María, Dios Padre y Niño Jesús— articulan un recorrido simbólico que va de la Anunciación a la Encarnación, pasando por la Creación. En la puerta izquierda, dedicada a María, Antonio López sitúa la escena en un jardín que evoca el Paraíso: una joven que recibe una noticia decisiva, rodeada por el vuelo de estorninos que sugiere la presencia del Espíritu y la propia catedral al fondo. La composición la presenta como figura de apertura y confianza, sin ángel que anuncie: es ella quien recibe y, a la vez, quien invita a entrar.
En la puerta central aparece el rostro de Dios Padre apenas insinuado, y en la parte inferior sendos relieves de un hombre y una mujer con indumentaria informal contemporánea, unos Adán y Eva de hoy, con la inscripción del Génesis "y vio Dios que todo era bueno". El relieve combina agua, tierra y luz en un gesto que apunta al primer impulso creador, como si la materia todavía estuviera tomando forma. El conjunto alude al origen del mundo y a la convivencia de elementos opuestos –la serpiente y el cordero– en un mismo espacio armónico.
La puerta derecha, dedicada al Niño Jesús, muestra a un niño que juega y sostiene unas espigas, símbolo de fecundidad. La escena quiere expresar la cercanía cotidiana de la Encarnación y el vínculo con el alimento compartido que un día será eucarístico. Una representación sencilla, orientada a recordar que entrar en la Catedral es entrar en una historia donde lo divino se vuelve humano.
Ocho toneladas de polémica
Desde su presentación en 2020 para acompañar el VIII Centenario de la Seo, el proyecto de las puertas ha generado críticas, recogidas de firmas y pronunciamientos contrarios a su instalación, incluido un informe no vinculante desfavorable emitido en 2021 por Icomos, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios de la UNESCO especializado en patrimonio cultural, dado que la Catedral de Burgos es un edificio Patrimonio de la Humanidad.
Después de años de controversia, las piezas de bronce de ocho toneladas, trabajadas por López y su equipo durante cuatro años en una fundición madrileña, llegan ahora para su exhibición en el Museo de la Catedral. Son el resultado El Cabildo asegura que su intención es solicitar los permisos necesarios para colocar las puertas en la fachada de Santa María. En la web se defiende el proyecto: "No sustituyen nada, suman; no interrumpen la historia, la prolongan; no borran el pasado, lo hacen futuro", puede leerse en el slide de la web.
El artista ha tratado de distanciarse de la polémica. "Las han pagado y nosotros estamos intentando terminarlas. El resto, preguntad a los de Burgos", respondía López hace algo más de un año a EFE, sin entrar en más detalles y constatando el "problema tremendo de fondo" que suponen las intervenciones contemporáneas en edificios de esta naturaleza.
La controversia seguirá acompañando al conjunto escultórico. Su presencia en el Museo de la Catedral quizá convenza a algunos detractores de su idoneidad. O consolide las posiciones de unos y otros. De momento, se quedan de puertas adentro.
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