Donald Trump ha aprovechado el asesinato del director de cine Rob Reiner y de su esposa, Michele Singer Reiner, para lanzar un ataque político sin fundamento apenas unas horas después de conocerse la noticia. El presidente de Estados Unidos ha atribuido públicamente la muerte del cineasta a la supuesta animadversión que este despertaba por sus críticas al trumpismo.

En un mensaje publicado el lunes en su red Truth Social, Trump ha escrito que la muerte de Reiner se debió “según se informa, a la ira que provocó en otros por su enorme, obstinada e incurable aflicción de una enfermedad mentalmente paralizante conocida como el síndrome de trastorno por Trump”. En el mismo mensaje, ha descrito al director como alguien “obsesionado” con su figura y ha sugerido que esa actitud habría estado en el origen del crimen.

Rob Reiner y su esposa fueron encontrados muertos el domingo en su domicilio de Los Ángeles. La policía investiga el caso como un homicidio. Según ha confirmado el jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, el hijo de la pareja, Nick Reiner, de 32 años, ha sido detenido y acusado formalmente de asesinato. Las autoridades han subrayado que no existe indicio alguno de que las creencias políticas del matrimonio guarden relación con los hechos.

Condena republicana

El mensaje del presidente ha provocado una reacción inmediata, también dentro del Partido Republicano. El congresista Thomas Massie, representante por Kentucky, ha calificado las palabras de Trump de “un discurso inapropiado y falto de respeto sobre un hombre que acaba de ser brutalmente asesinado”, y ha añadido: “Desafío a cualquiera a defenderlo”.

En la misma línea se ha pronunciado el congresista Mike Lawler, republicano por Nueva York, quien ha escrito: “Esta declaración es errónea. Al margen de las opiniones políticas de cada uno, nadie debería ser víctima de la violencia, y menos aún a manos de su propio hijo. Es una tragedia horrible que debería suscitar simpatía y compasión en todo el país, sin excepciones”. También la congresista Marjorie Taylor Greene ha pedido no utilizar el suceso como arma política: “Esto es una tragedia familiar, no una cuestión de política ni de enemigos políticos”.

"El presidente no conoce la vergüenza"

No es la primera vez que Trump reacciona con hostilidad ante la muerte de una figura pública a la que considera adversaria. En el pasado criticó al senador John McCain tras su fallecimiento y llegó a insinuar que el congresista demócrata John Dingell “estaba mirando desde el infierno”.

“El presidente carece de toda vergüenza”, ha escrito el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, en respuesta al mensaje de Trump, mientras el país continúa asimilando una tragedia familiar que el propio presidente ha convertido de inmediato en munición política.

El asesinato de los Reiner ha sacudido a Hollywood y al ámbito político estadounidense. Nick Reiner permanece detenido en una cárcel del condado de Los Ángeles, con una fianza fijada en cuatro millones de dólares. En los últimos años había hablado públicamente de problemas de drogadicción y de episodios de indigencia desde la adolescencia.