El Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad ha vuelto a desplegar este 22 de diciembre su liturgia de cifras, cánticos y escenas reconocibles. Ha sido un sorteo largo –más de cuatro horas–, con premios repartidos de forma sostenida desde primera hora y con algunas singularidades estadísticas que han alimentado el relato del día. La principal: el primer premio, el 79.432, ha terminado en 2 por primera vez en 35 años.

El número no ha sido ni especialmente madrugador ni remolón. Ha salido a las 10.44, en la primera mitad del sorteo, cantado por dos niñas de la Residencia Internado de San Ildefonso en el Teatro Real de Madrid, escenario ya inseparable del 22 de diciembre. El reintegro en 2, uno de los menos frecuentes, ha reforzado la idea de “año raro” entre quienes siguen el sorteo con tablas y estadísticas en la mano: solo el 1 ha aparecido menos veces al cierre del Gordo.

Números altos y hegemonía del siete

El dibujo general del sorteo ha confirmado una tendencia ya vista en años recientes: predominio de números altos entre los grandes premios. El Gordo (79.432), el tercer premio (90.693), uno de los quintos (94.373) o el 77.715 han marcado una horquilla elevada. El número más bajo con premio mayor ha sido el 18.669, correspondiente al último de los ocho quintos.

En ese mapa ha destacado también la reiteración del 7, presente en el primer premio, en el segundo (70.048), en un cuarto (78.477) y en varios quintos. Con menor insistencia, el 6 también ha dejado su rastro en distintos premios menores. El segundo premio ha sido el primero de los grandes en salir, a las 9.21, apenas trece minutos después del inicio del sorteo.

León, epicentro del Gordo

Si hay una provincia que ha capitalizado el relato del día ha sido León. Allí han ido a parar 728 millones de euros del primer premio, con especial protagonismo de La Bañeza, Villablino y La Pola de Gordón. En La Bañeza, localidad de unos 15.000 habitantes, el Gordo se ha mezclado con fútbol, bar y comunidad.

El club local, La Bañeza Fútbol Club, de Regional Preferente, ha repartido 268 millones gracias a 67 series vendidas entre jugadores, directivos, aficionados y entorno cercano. El estadio de La Llanera se ha convertido en punto de celebración improvisada, con camisetas azules, banderas y botellas descorchadas. El premio, muy repartido en décimos y participaciones, permitirá afrontar la temporada con menos estrecheces, aunque sin discursos grandilocuentes: “algo ha caído”, resumían desde la directiva.

La lotera Ana de la Fuente, al frente de la administración desde hace dos décadas, ha reconocido que era la primera vez que repartía un premio de esta magnitud. El número, un clásico del club, había viajado también a León capital y a Madrid. En la calle y entre los corrillos se ha repetido una idea: el dinero no borra los incendios del verano ni el cierre de la azucarera de la comarca, pero alivia.

La sucursal marbellí del Gordo leonés

El mismo número ha cruzado la península hasta Marbella. En el bar El Leonés, regentado por una familia de origen leonés, se han vendido cientos de décimos del 79.432 a clientes habituales y vecinos del barrio. “Muy repartido”, ha sido la consigna. Entre los premiados, un taxista que ya hace cuentas para una licencia, una vivienda y ayuda familiar.

En Villamanín, un municipio de unos 700 habitantes, la Comisión de Fiestas ha distribuido el Gordo en papeletas de cinco euros –cuatro en juego y uno de donativo– con una recaudación pensada para financiar celebraciones locales. El premio, unos 35 millones, llega a las puertas de la Nochevieja anticipada del pueblo y promete unas fiestas patronales de agosto “más especiales”.

Madrid: todos los premios menos uno

La Comunidad de Madrid ha cerrado el sorteo con 355 millones de euros en premios, con presencia en todos los grandes galardones salvo el último quinto. El segundo premio íntegro, el 70.048, ha dejado 247 millones en la calle Barquillo, mientras que el Gordo ha repartido 64 millones en el distrito de Hortaleza, en una administración que llevaba años reservando el número sin éxito.

El tercer premio, el 90.693, ha pasado por administraciones emblemáticas como Doña Manolita, además de otras zonas de la capital y municipios cercanos. Los cuartos y quintos han salpicado barrios obreros, asociaciones, bares y AMPAs, con un patrón recurrente en los testimonios: sorpresa, emoción contenida y la insistencia en que el premio estaba “muy repartido”.

Reparto desigual y una excepción persistente

Castilla-La Mancha ha quedado fuera del Gordo y del segundo premio, pero ha sumado más de un millón de euros repartidos en terceros, cuartos y quintos. Alicante ha vivido una de las escenas más celebradas con la banda de música de Teulada, que ha recibido 16 millones de un cuarto premio y ha salido a la calle con instrumentos incluidos.

En Girona, una pequeña administración de Porqueres ha vuelto a repartir suerte con un quinto premio, apenas dos semanas después de haber dado un gran bote de la Bonoloto.

Y, como cada año, ha habido un titular que se repite: Melilla sigue siendo la única región en la que nunca ha caído el Gordo. Este año, además, se ha ido de vacío en premios mayores, una circunstancia que suele explicarse por el menor gasto medio en décimos respecto al conjunto del país.

El sorteo se ha cerrado sin sobresaltos técnicos ni grandes polémicas. Ha dejado números altos, un reintegro poco habitual, celebraciones locales y un mapa de premios que confirma lo de siempre: la Lotería de Navidad no cambia la estructura del país, pero durante unas horas la ilumina con escenas reconocibles, cuentas improvisadas y la sensación, real o no, de que esta vez la suerte ha pasado cerca.