El Museo Reina Sofía ha presentado este miércoles la temporada 2025-2026, la primera diseñada de principio a fin bajo la batuta de Manuel Segade. El director abrió fuego con el cuadro que nunca se termina de cerrar: el Guernica de Picasso. "Ayer recibía un meme en el que una de las mujeres del Guernica, con los brazos en alto, aparecía sobre la bandera de Gaza, en bicicleta. El Guernica salió a la calle con Vietnam, con la guerra del Golfo, con Ucrania y ahora con Palestina. Su uso como pieza pública significa libertad y no guerra, por eso tiene una vida imparable", ha explicado Segade, convencido de que el lienzo funciona como un cartel que nunca caduca.
En marzo arrancará el ciclo La historia no se repite, pero rima, que pondrá el cuadro de Picasso en conversación con otras obras nacidas en contextos de violencia. La primera será el African Guernica de Dumile Feni, una denuncia del apartheid sudafricano en los años sesenta.
"Que no se conozca a Maruja Mallo es un drama"
El curso expositivo se abrirá el 8 de octubre con Maruja Mallo. Máscara y compás, la primera gran retrospectiva que el Reina dedica a la artista de la Generación del 27. "Que no se conozca a Maruja Mallo es un drama. Tendría que estar tan reconocida como Leonora Carrington o cualquier otra de las grandes artistas de vanguardia", ha dicho Segade, admitiendo la deuda histórica.
Después llegarán una retrospectiva de Juan Uslé, veinte años después de la anterior, y la recuperación de Aurèlia Muñoz, pionera del arte textil en España. También el cine tendrá entrada en el programa, con Oliver Laxe inaugurando la nueva línea de audiovisuales mediante la instalación Bailad como si nadie os viera. La coincidencia es jugosa: su película Sirat acaba de ser elegida para representar a España en los Oscar.
Latinoamérica ocupará dos espacios distintos: la intervención de la peruana Andrea Canepa en el Palacio de Cristal y una retrospectiva del argentino Alberto Greco, figura del arte de acción que vivió sus últimos años en España. El Palacio de Velázquez, tras obras de mantenimiento, reabrirá con un proyecto del madrileño Fernando Sánchez Castillo.
El gran hito de mayo será la retrospectiva de Félix González-Torres, artista cubano afincado en Estados Unidos y convertido en referencia de las estéticas que respondieron a la crisis del sida. Segade no escatimó en comparaciones: lo considera "tan importante como Veronés".
La colección se muda (un poco)
No todo serán temporales. El museo prepara la primera fase de la reordenación de su colección permanente, que pasará a ocupar la cuarta planta del edificio Sabatini, justo cuando el inmueble cumple cuarenta años. Esta nueva disposición relatará el arte contemporáneo en España desde 1975 hasta hoy a través de más de doscientos artistas poco representados y con la vista puesta en el diálogo con América Latina.
Con esta temporada, el Reina Sofía se presenta como un museo en modo revisionista: reparando olvidos, agitando clásicos y recordando que el Guernica es menos un cuadro colgado en Sabatini que un espejo incómodo para cualquier guerra presente.
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