Desde este martes y hasta el próximo 30 de julio, el Museo del Prado acoge la primera exposición dedicada a la obra sobre papel del paisajista sevillano Emilio Sánchez Perrier (1855-1907). La muestra inaugurada hoy exhibe 69 de los 192 dibujos donados a la institución por la Fundación Tatiana, que los adquirió en 2019 cuando estaban a punto de abandonar nuestro país por carecer de compradores en nuestro país.

Sánchez Perrier fue uno de los pintores españoles de paisaje más destacados del cambio de siglo. Trabajó entre su Sevilla natal y París, en cuyo Salon expuso regularmente desde 1880. Los dibujos reunidos en esta exposición fueron realizados por el artista durante sus viajes por España, Francia, Italia y el norte de África.

Las piezas expuestas combinan el trazo a pluma, el carboncillo o la aguatinta en el retrato de paisajes en España, Francia, Venecia y Tánger, apreciándose su evolución como artista desde su Sevilla natal, donde retrata entornos rurales, pasando por los pueblos de Francia.

Tras alcanzar fama internacional en la capital francesa, el interés de los compradores norteamericanos llevó a Sánchez Perrier a pasar los inviernos de 1884 y 1887 en Venecia y Tánger, respectivamente, cuyos paisajes y vida cotidiana representó en escenas de tipo orientalista.

Tres lecturas de una obra

En palabras de Gloria Solache, comisaria de la exposición, la muestra permite realizar tres lecturas de la obra del pintor: una «biográfica a través de la cronología del artista», un repaso por la ampliación de adquisiciones del museo o una «lectura técnica», en la que se aprecian sus métodos de dibujo en seco (lápiz, carboncillo) o acuosos (tinta con pluma o al pincel, aguadas o acuarelas).

A las donaciones se unen un autorretrato del pintor, ya perteneciente a los archivos del museo, y un óleo del paisaje campestre comprado al propio Sánchez Perrier en 1890, así como varios dibujos y un retrato, donados en 1908 a la colección por el médico sevillano Pedro Ruiz Prieto, quien fuera amigo del pintor.

La exposición viajará en otoño de 2023 a la sede cacereña de la Fundación Tatiana, en el Palacio de los Golfines de Abajo.