Las editoriales buscan nuevos modos de conectar con los jóvenes lectores, colocarles sus productos, entender lo que leen o les gustaría leer. Afinar el tiro es más necesario que nunca en esta era de ruido y desalfabetización generalizada, donde las pantallas monopolizan el tiempo de las personas. La última y más novedosa iniciativa al respecto viene de parte de Anagrama. Recuperada de la crisis reputacional motivada por El odio, el polémico libro de Luisgé Martín sobre José Bretón que finalmente se quedó en sus almacenes, el sello barcelonés fundado por Jorge Herralde ha anunciado la creación de Caja Baja, un proyecto que quiere reunir a lectores de entre 18 y 30 años en torno a los libros y al pensamiento crítico. La editorial, que ha marcado el despertar literario de varias generaciones en España, busca con esta iniciativa ofrecer un espacio colectivo para leer, debatir y vincularse a través de la literatura.
El programa, que se desarrollará a lo largo de 2026, seleccionará entre 25 y 40 jóvenes que cada mes recibirán gratuitamente un libro de Anagrama –novedades y títulos de fondo– y lo comentarán a través de la plataforma Discord. Además de las discusiones en línea, el proyecto prevé encuentros virtuales con autores y editores, sesiones temáticas y posibles reuniones presenciales.
Una respuesta al desencanto digital
El manifiesto de Caja Baja plantea la lectura como una práctica de resistencia cultural en un momento en que el entusiasmo inicial por las redes sociales se ha transformado en desencanto. “Lo que prometía ser plaza pública se ha convertido en centro comercial”, sostiene la editorial. Frente a ese panorama, reivindica la creación de espacios de comunidad que recuperen la dimensión compartida y afectiva de los libros.
La propuesta parte de la idea de que leer Anagrama ha sido, para varias generaciones, una educación sentimental y una forma de abrirse a otras miradas. Caja Baja quiere prolongar ese papel, reuniendo a lectores jóvenes que conciban la literatura no solo como entretenimiento, sino como una manera de habitar el mundo y de vincularse con los demás.
Una lectura atenta y profunda
El plazo de inscripción estará abierto entre el 1 y el 31 de octubre de 2025. Los interesados deberán enviar una carta o un vídeo de motivación en el que expliquen su interés en participar y su relación con la lectura. Se aceptarán distintos formatos –texto, gráfico o audiovisual– siempre que se ajusten a las condiciones: las cartas escritas no podrán superar los 3.000 caracteres, los vídeos tendrán un máximo de 90 segundos y los materiales gráficos deberán presentarse en un único PDF. En todos los casos queda excluido el uso de imágenes de rostros, contenido violento o material generado por inteligencia artificial.
La participación es gratuita y la editorial comunicará la selección definitiva en noviembre de 2025. La primera lectura comenzará en enero de 2026.
El título del proyecto alude al término tipográfico caja baja, que designa las letras minúsculas. Según explica Anagrama, simboliza la voluntad de formar una comunidad que lea “desde abajo, sin alardes, con atención y profundidad”.
Con esta iniciativa, la editorial aspira a reforzar la dimensión comunitaria de la literatura y a dar continuidad a una tradición de lectores que han encontrado en su catálogo una forma de pensar, de resistir y de mirar el mundo de otro modo. Quizá también a conocer de cerca a su público objetivo. En cualquier caso, un experimento plausible del que se conocerán los frutos.
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