El café –la cafeína– y el alcohol se está quitando Natalia Lafourcade (Ciudad de México, 1984), la artista latinoamericana con más Grammy Latinos de la historia. Aún no logró quitarse el gluten, que no le sienta bien. No fuma. "Tuve una época que fumaba, por la pandemia", cuenta, a su ritmo, pausado, a El Independiente, todavía con jet lag. "Estoy explorando la independencia de cosas que me hacen ser dependiente. Llevo muchos meses sin beber alcohol. Tampoco bebía tanto, pero me lo quité. Venir a España y no echarte tu vinito o tu cañita con tu tapita… Es doloroso y lo estoy logrando".
Estrena Natalia Lafourcade Cancionera, un álbum con el que se dejará ver y cantar en España este verano. Su primera cita, Huesca, el 12 de julio. Después, Cartagena (18 julio), Barcelona (20 julio), Santiago de Compostela (20 julio), Segovia (31 julio), Marbella (2 agosto), Gerona (4 agosto)… Repetirá en Barcelona y pasará por Madrid en fechas aún por concretar.
"El disco es un homenaje a los cancioneros y las cancioneras que me han inspirado a mí y a Cancionera", el álter ego con el que juega en este álbum y en su correspondiente espectáculo. "Y a la canción, como tal, porque se le canta un poco a todo. Es un disco que yo quise hacer a mis 40 años, como un conjuro, un pacto conmigo misma. El disco me trajo mensajes muy profundos, muy confrontadores, pero también la ligereza de canciones como "Cocos en la Playa" y "El Palomo y La Negra", que le canta al casamiento".
¿Pero quién es esta Cancionera que posee musicalmente a Natalia Lafourcade, y de cuya mano colabora con figuras como los Hermanos Gutiérrez, El David Aguilar o Israel Fernández (en "Amor clandestino", con Diego del Morao a la guitarra)? "Tiene mucho de mí y también no de mí. Tiene mucho de mi historia, pero la historia de Cancionera es su historia. Su pasado no tiene nada que ver con el mío. Existe la vocación y el servicio de cantar. De cantarle a la luna, a la bruja, a los novios, al amante, al amor clandestino. Cancionera es un personaje, un arquetipo. Existe al servicio del canto".
P.- ¿En qué momento conociste a esta álter ego, a esta Cancionera? ¿Es alguien con quien has vivido toda tu vida?
R.- He vivido toda la vida con esta Cancionera, de múltiples caras, facetas y personalidades. Cancionera me invita, me revuelve y me incita a traer a la superficie aspectos de mí que no muchas personas conocen. La Cancionera roja del vestido y la Cancionera negra del traje. Son opuestas y yo quedo en medio de las dos. Me ha permitido jugar.
P.- ¿Hay que alejarse de la persona y acercarse más al personaje?
R.- Sí. Ellas nacen de manera muy natural. Se manifestaron. Todo se inicia con la intención de hacer una gira, la que estoy haciendo ahora mismo, donde toco mi guitarra, pero es teatral. Es teatro en cantos. "¿Cómo le voy a llamar a esta gira?" Después de muchos nombres llegó La Cancionera Tour. Tenía que haber una canción que se llamara Cancionera. Surgió la canción, la sesión de fotografía para el tour… Ahí nació la Cancionera del vestido rojo y la Cancionera del traje. Ese traje es de mi marido que le tomé prestado. Me metí al closet de mi marido y con eso armé. Armé con vestuarios reciclados míos. Me dio la sensación de que se estaban manifestando estas dos cancioneras. Después el tour tuvo que esperar porque ya estábamos con el disco. El concierto y el disco se estaban planificando al mismo tiempo, en paralelo.
P.- Entiendo que la gira es fundamental, pegarse el palizón de estar todo el año fuera de casa cantando. Uno no se puede permitir sacar un disco y dar pocos conciertos.
R.- Para mí, ahorita, lo que está generando la energía del propio disco… Jamás hubiera imaginado la puesta en escena que hemos terminando haciendo. La relación de lo que es un disco, un concierto… Una canción se transforma en lo escénico… Muchas veces, de origen, ni siquiera imaginas que va a terminar de esa manera. Los proyectos siempre te van lanzando una información que tú ni sabes.
P.- ¿De cuántos amores cantas?
R.- La Cancionera le canta a todo tipo de amores. Está el amor clandestino, pero está el amor de la bruja. La Cancionera no se enamora. Ella le canta al amor, pero no el suyo, y hay un porqué. Tiene que ver con la historia y su pasado. Pero le canta a los novios. Le canta al cariñito de Acapulco, que es el amor nocturno, el amor pasajero, el amor cantinero, de calle. Le canta a la luna, su máxima musa, su inspiración, pero sabe que no la puede tener. Hay un canto de servicio en la Cancionera. Hay muchos cancioneros en el mundo que no son escuchados. Este disco también piensa en esas historias, esas personas y esos cancioneros.
P.- ¿Con qué canciones rescatas a otros cantantes?
R.- Hay dos. "La Bruja", un tema tradicional muy, muy conocido. Y "El Coconito". Solamente hay dos temas reversionados. Es mi forma de encontrar mi sonido, mi canto. Me gusta mucho explorar a otros compositores. Siempre me da mucha riqueza. Me nutre y se ha vuelto casi necesario. También se dio de una manera muy natural. En este disco tengo como invitado a David Aguilar, coautor de dos temas del disco, "El Palomo y la Negra" y "Como Quisiera Quererte". De "El Coconito" nos enamoramos de una versión de Amparo Ochoa e hicimos la cover.
P.- Has compuesto el disco en una sola toma y de manera analógica. ¿Cómo es eso?
R.- El coproductor del disco es Adán Jodorowsky. Grabar todos en un mismo cuarto a tiempo real genera una energía muy particular. Hay mucha adrenalina, mucha presencia, sin la posibilidad de editar, cortar o pegar. No es que eso esté mal. Simplemente es un gusto personal llevarlo de una. A tope y lo que venga. Genera mucha conexión colectiva.
P.- ¿Cómo te gustaría a ti que se percibiera ese sonido?
R.- La música tiene una fuerza y un poder de atravesar formas. Por supuesto, escuchar un vinilo es maravilloso. Es una delicia el ritual de sentarte, poner un disco, escucharlo, de darte tiempo de disfrutarlo de principio a fin. Lo puedes escuchar con audífonos; es otra experiencia. Te lo llevas en la bicicleta, te vas a correr con eso, te vas en un viaje. No le quitaría valor a una manera u a otra porque la música te llega, te impacta. Claro, quizás los puristas melómanos me dirán que no puedo compararlo con escucharlo en un buen sistema. Pero la realidad es que no todas las personas tienen chance [oportunidad] de escucharlo de esa manera.
P.- ¿Qué canción española te encantaría versionar?
R.- Habiendo pasado tiempo con Israel [Fernández] y Diego [del Morao], de repente la música flamenco que tanto me gusta. Me da esa ilusión, esa curiosidad.
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