En un paro cardíaco, el tiempo corre poderosamente en contra. “Por cada minuto de demora en la atención, disminuye en un 10% la posibilidad de supervivencia”, ha advertido el presidente del Colegio de Médicos de Madrid, Miguel Ángel Sánchez Chillón, con motivo del Día Europeo de Concienciación sobre el paro cardíaco.

Sólo un 20% de las personas que tienen un paro cardíaco reciben maniobras de resucitación

Esos minutos vitales dejan datos negativos en España: una de cada cuatro muertes por paro cardíaco podría evitarse. Y es que, en España, la concienciación y los conocimientos sobre cómo tratar estas situaciones quedan lejos de otros países del entorno, como ha afirmado Sánchez Chillón: “En nuestro país solamente un 20% de las personas que tienen un paro cardíaco reciben maniobras de resucitación, cifra que en otros países de la Unión Europea puede superar el 50%”.

En total, en España se registran cada año unos 40.000 casos de parada cardíaca pero la supervivencia es de apenas un 11%, ya que sólo en uno de cada cinco casos el paciente recibe maniobras de resucitación o reanimación cardiopulmonar, en parte porque apenas un 6% de la población sabe hacerlas.

 

Por todo esto, con motivo del día europeo se ha lanzado la campaña “Una sociedad que salva vidas”, con el objetivo de que la información y formación lleguen a todas las empresas, colegios y profesionales sanitarios para aumentar las tasas de supervivencia.

“Los ciudadanos deben estar atentos cuando una persona se ha caído al suelo, está inconsciente y no respira con normalidad para saber que debe llamar a los servicios de emergencia y hacer las maniobras básicas de resucitación cardiopulmonar (RCP)”, ha dicho Carlos Urkia Mieres, secretario del Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (CERCP)”.

No solo las maniobras de resucitación, también es importante conocer los desfibriladores externos automáticos (DEA), como ha afirmado Ervigio Corral Torres, coordinador del Comité Científico del CECRP.

Lo primero si vemos una persona que se ha desvanecido es mirar, escuchar y sentir la respiración

“Lo primero si vemos una persona que se ha desvanecido es mirar, escuchar y sentir la respiración para determinar si lo hace con normalidad”, ha explicado Corral. “Es necesario llamar a emergencias y enviar a alguien a buscar un DEA, y empezar la maniobra de resucitación cardiopulmonar. “Ésta debe iniciarse colocando el talón de una mano en el centro del pecho (mitad inferior del hueso central del pecho de la víctima o esternón) y el talón de la otra encima de la primera. Tiene que mantener los brazos rectos y estar situado verticalmente sobre el pecho de la víctima, comprimiendo el esternón aproximadamente cinco centímetros y repitiendo a una frecuencia de 100-120 por minuto”, ha añadido Corral.

Sobre cómo funciona el desfibrilador, hay que encenderlo y seguir las instrucciones que dicta, además de aplicar los parches adhesivos en el pecho desnudo del paciente. Y, además, si hay más de una persona disponible para reanimar, continuar con la maniobra mientras se colocan los parches.

Un aspecto clave, han dicho los expertos, sería incluir el aprendizaje de esta técnica en el currículo formativo en educación secundaria, algo que llevan haciendo desde hace años los países escandinavos, lo que ha permitido que hasta el 80-90% de la población sepa realizarlas.