Los alimentos de los supermercados tienen sus propias recomendaciones a la hora de conservarlos mejor. Dependiendo del tipo de comida, tendrá que estar dentro de la nevera, a temperatura ambiente o incluso, dentro del congelador.
¿Por qué es importante conservar los huevos?
La correcta conservación de los huevos, alimento fundamental y que está en la dieta de muchas personas, es fundamental por los siguientes motivos:
- La seguridad alimentaria: los huevos pueden albergar Salmonella, una bacteria responsable de graves enfermedades transmitidas por alimentos. Las probabilidades de proliferación de bacteria disminuyen considerablemente si los huevos se mantienen refrigerados a una temperatura constante de 5°C o inferior.
- La durabilidad y frescura: almacenar los huevos de manera correcta permite mantener su frescura por un periodo más largo. Esto implica una mejor textura, sabor y utilidad en la cocina. Esto es particularmente beneficioso en recetas como los merengues o las mayonesas.
- La reducción del desperdicio de alimentos: si se almacenan de manera apropiada, los huevos pueden conservarse en buen estado durante 3-5 semanas. Así, se contribuye a disminuir el derroche de comida.
- La calidad nutricional: evitar que se degraden proteínas y vitaminas prematuramente es posible si los huevos se conservan a la temperatura correcta.
Errores más comunes
Además de una serie de explicaciones y motivos por los cuales hay que conservar muy bien este tipo de comida, mucha gente comete errores frecuentemente sin siquiera saberlo. Entre estos fallos comunes, estos son los que más suceden: guardarlos en la puerta de la nevera, ya que en esa zona existen cambios constantes y bruscos de temperatura.
Esto ocurre al abrir y cerrarla; lavarlos antes de guardarlos, puesto que al hacer esto, se elimina la cutícula natural que protege la entrada de bacterias; romperlos y guardar el crudo varios días, con lo que aumenta el riesgo de contaminación y; utilizar huevos con la cáscara agrietada, ya que estas grietas permiten la entrada de bacterias.
Duración segura
Dependiendo de la situación en la que se encuentre el huevo y de la forma en la que haya sido cocinado: huevos frescos sin lavar (conservados en la nevera), aguantan entre 3 a 5 semanas después de su empaquetado; huevos a temperatura ambiente, en condiciones de clima moderado, estos huevos resisten de 7 a 10 días sin inconvenientes.
Pero, en clima cálido, su duración se reduce a tan sólo unos pocos días; huevos duros, después de cocer y poner en nevera, tienen que ser consumidos en una semana como máximo y; huevos crudos y rotos (contenido guardado en un envase), preservarán su calidad durante 2 días si se refrigera.
¿Cómo saber si está bueno el huevo?
Estos son los pasos que debes seguir para poder comprobar si un huevo se encuentra en buen estado para ingerirlo:
- Llena un recipiente de agua fría.
- Coloca el huevo dentro.
- Cuando está colocado hay tres escenarios posibles: que se hunda y se quede en el fondo, por lo que el huevo se encuentra muy fresco; que se hunda pero esté ligeramente inclinado, que quiere decir que está bueno pero no es tan fresco y; que flote hasta la superficie, por lo tanto se encuentra en mal estado y no debe consumirse.
Las claves para conservarlos mejor
Como conclusión, existen una serie de recomendaciones y claves para poder mantener los huevos en un buen estado, que son las siguientes: almacenarlos en frigorífico, para minimizar el desarrollo de bacterias como la Salmonella; mantenerlos en su envase original; evitar la puerta de la nevera, para que no sufran cambios continuos y repentinos de temperatura; colócalos con la punta hacia abajo, para mantener la yema centrada y prolongar su frescura y; utilizar la prueba del agua, con el fin de descubrir la frescura y buen estado del huevo que va a consumirse.
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