Con la llegada del buen tiempo son muchos los pacientes que notan una notable mejoría en su psoriasis, una enfermedad autoinmune y crónica, inflamatoria y compleja, que además cursa en brotes, y que se manifiesta habitualmente en forma de placas rojas y descamativas en zonas como los codos, las rodillas y el cuero cabelludo. Su edad de aparición es variable e indefinida, y tiene un fuerte componente hereditario.

Según los datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), en los últimos 15 años, la psoriasis ha incrementado su prevalencia llegando al 2,3% de la población, “un aumento, cercano al 1% respecto a años anteriores”, aunque la AEDV cita que el 70,5% de los pacientes presentan una enfermedad con leves efectos.

“Muchos pacientes experimentan mejoras con la llegada del buen tiempo, en la primavera y en el verano, probablemente debido a los efectos inmunomoduladores de la luz ultravioleta; mientras que los síntomas suelen empeorar en invierno. A su vez, con una mejor temperatura llevamos menos ropa y, con ello, se produce una menor fricción o roce, un factor que puede empeorar las lesiones psoriásicas", afirma la doctora Libe Aspe, dermatóloga de la Unidad Capilar del Hospital Quirónsalud Vitoria.

Doctoras Libe Aspe y Maribel Martínez de Hospita Quirónsalud Vitoria.

Qué agrava la enfermedad

Aunque no se conoce con exactitud qué causa la psoriasis, se sabe que ciertos factores externos pueden desencadenar brotes o agravar la enfermedad. En este sentido, la doctora Maribel Martínez, dermatóloga y especialista también en Tricología del Hospital Quirónsalud Vitoria, recuerda igualmente que la psoriasis se trata de una enfermedad de base genética.

"Tiene un componente hereditario y está regulada inmunológicamente por unas células del sistema inmune que se llaman linfocitos T. Nuestro sistema inmune puede verse afectado por factores externos. Entre los más comunes, se encuentra el clima”, subraya la doctora Martínez.

Pero no queda ahí la cosa porque también cita a otros factores, como el sobrepeso, el tabaquismo, las infecciones, o ciertos medicamentos, que también pueden influir en la aparición de brotes.

La principal afectación de la psoriasis: el cuero cabelludo

En este contexto, la doctora Martínez, del Hospital Quirónsalud Vitoria, resalta que la psoriasis en el cuero cabelludo es una manifestación común de esta enfermedad y puede afectar al 60%-80% de los pacientes: “Aunque puede parecer menos visible que otras formas, tiene un fuerte impacto en la calidad de vida debido al picor y a la descamación, que puede llegar a ser muy incómoda. Estas placas rojas o escamas gruesas se localizan frecuentemente en la parte posterior del cuero cabelludo, detrás de las orejas, y cerca de la línea de implantación del cabello”.

Aunque no provoca calvicie permanente salvo en casos graves, sobre todo si hay infecciones cutáneas asociadas o heridas profundas, esta experta sostiene que la psoriasis en esta zona puede causar caída temporal del cabello. "A pesar de que puede favorecer una caída de pelo, lo normal es que se recupere tras la inflamación", aclara la tricóloga Libe Aspe, por su parte.

En estos casos, la doctora sostiene que los tratamientos de la psoriasis en el cuero cabelludo comienzan de manera tópica, aunque lamenta que el cabello en ocasiones dificulta la aplicación de algunos productos, por lo que se prefieren fórmulas en loción, champú o gel, que permiten una aplicación más cómoda y eficaz. 

Para el resto del cuerpo explica que también hay tratamientos tópicos, entre los que destacan los corticoides para reducir la inflamación y los queratolíticos, que ayudan a eliminar las escamas gruesas que produce la psoriasis. "El tratamiento debe ajustarse a cada paciente, ya que hay épocas en las que la enfermedad está más activa y otras en las que se puede descansar de los medicamentos", comenta Aspe.

Para los casos más severos o aquellos que no responden a los tratamientos tópicos, se pueden utilizar fármacos orales o biológicos. Estos últimos, administrados de forma subcutánea, están reservados para pacientes con psoriasis grave, ofreciendo un control más efectivo en aquellos casos resistentes a otros tratamientos.

Cuando la psoriasis y la artritis van de la mano

A su vez, hay que destacar que casi un tercio de los pacientes que padecen psoriasis pueden presentar artritis. “La presencia de dolor, inflamación o rigidez en las articulaciones o la espalda son signos de alerta en la detección de artritis en pacientes con psoriasis”, señala por su parte el doctor José Luis Marenco, reumatólogo del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla.

Doctor José Luis Marenco, reumatólogo del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla.

Evitar la aparición de artritis asociada a la psoriasis es una tarea pendiente para los especialistas. El doctor Marenco opina que se ha avanzado mucho en el diagnóstico y el tratamiento de la psoriasis cutánea y la artritis. "Es muy importante un diagnóstico precoz, pues la respuesta al tratamiento en la mayoría de los casos es favorable, y realizar una exhaustiva evaluación del paciente con psoriasis para detectar una posible afectación inflamatoria a otros niveles, articular, digestivo u ocular", añade.

Así, los pacientes con psoriasis pueden presentar diferentes formas de artritis: afectando a una única articulación (monoartritis); o a múltiples articulaciones (poliartritis); o bien una afectación inflamatoria del raquis, lo que conocemos como espondilitis. 

“La artritis psoriásica muestra rasgos diferenciadores con otras formas de artritis, como la artritis reumatoide. Este tipo de artritis cursa con factor reumatoide en sangre negativo, la distribución de las formas poliarticulares es generalmente asimétrica, y la afectación de las uñas es significativo y predisponente", argumenta el doctor.

Grandes avances para la artritis psoriásica

Con todo ello, los expertos señalan que la piel puede responder a tratamientos tópicos, fundamentalmente corticoides o calcipotriol entre otros, pero siempre bajo supervisión de un dermatólogo. “La exposición solar tiene un efecto beneficioso sobre la piel con psoriasis, en este sentido existen tratamientos intensivos conocidos como fototerapia con rayos UVA”, agrega este reumatólogo de Quirónsalud Sagrado Corazón.

En casos donde el paciente con psoriasis desarrolle una artritis u otra enfermedad inflamatoria dice existen tratamientos sistémicos, similares a los utilizados en pacientes que padecen artritis, llamados ‘FAME’ (fármacos moduladores de la enfermedad) químicos. 

No obstante, el doctor Marenco apunta a que los mayores avances en este campo se están produciendo en los tratamientos biológicos, donde el servicio de Reumatología del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón realiza una importante actividad de investigación a través de numerosos ensayos clínicos.