La provincia de Pontevedra, en Galicia, sigue consolidándose como un referente en calidad ambiental y turística a nivel nacional e internacional. En 2025, sus costas albergan 53 playas con Bandera Azul, un distintivo que reconoce la excelencia en gestión ambiental, seguridad, accesibilidad y servicios. 

Aunque esta cifra representa una disminución de siete banderas respecto al máximo histórico de 2024, Pontevedra mantiene su posición como la segunda provincia española con mayor número de galardones, solo superada por Alicante, y lidera el ranking gallego. 

Este artículo explora la relación entre los municipios costeros, las características de sus playas y los factores que han configurado su éxito en el programa Bandera Azul.

Programa Bandera Azul: Orígenes y Criterios de Certificación

El programa Bandera Azul, gestionado por la Fundación para la Educación Ambiental (FEE) y coordinado en España por la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), se originó en 1985 como una iniciativa para promover la sostenibilidad en zonas costeras. Los criterios de evaluación incluyen:

  • Calidad del agua: análisis microbiológicos mensuales que deben cumplir con estándares de "excelencia".
  • Gestión ambiental: limpieza diaria, reciclaje y protección de ecosistemas adyacentes.
  • Seguridad y servicios: presencia de socorristas, accesibilidad para personas con movilidad reducida y equipamientos como duchas y áreas de sombra.
  • Educación ambiental: programas de concienciación sobre biodiversidad y cambio climático.

En Pontevedra, la implicación municipal ha sido clave. Por ejemplo, Sanxenxo destina el 12% de su presupuesto anual al mantenimiento de sus playas, lo que explica su liderazgo histórico.

Evolución Histórica de las Banderas Azules en Pontevedra

Desde su primera participación en el programa en 1987, Pontevedra ha experimentado un crecimiento constante, alcanzando su pico en 2024 con 60 banderas. Sin embargo, 2025 marca un retroceso atribuible principalmente a la pérdida de seis banderas en Cangas de Morrazo, cuyas playas incumplieron los requisitos de calidad del agua tras episodios de contaminación por vertidos agrícolas. A pesar de esto, municipios como Vigo y Sanxenxo han compensado parcialmente estas pérdidas con nuevas incorporaciones, como la playa de O Mende en Vigo.

Un análisis longitudinal revela que el 78% de las playas pontevedresas han mantenido la Bandera Azul durante más de una década, destacando Silgar (Sanxenxo) y Rodas (Islas Cíes), galardonadas ininterrumpidamente desde 1995. Esta estabilidad refleja una cultura institucional orientada a la sostenibilidad, respaldada por iniciativas como el Plan de Dinamización Turística de las Rías Baixas, que desde 2019 ha invertido 4,5 millones de euros en modernizar infraestructuras playeras.

Municipios Emblemáticos y sus Playas

Sanxenxo: El Epicentro de la Excelencia

Sanxenxo, con 17 banderas en 2025, sigue siendo el municipio líder en España. Sus playas combinan servicios urbanizados con entornos naturales:

  • Playa de Silgar: Con 800 metros de longitud, es la más icónica del municipio. Su paseo marítimo, flanqueado por palmeras y esculturas como La Madama, atrae a familias y deportistas.
  • Playa de A Lanzada: Extensa (2,4 km) y ventosa, es un paraíso para surfistas. Alberga el Castro de A Lanzada, un yacimiento arqueológico del siglo VIII a.C., integrado en rutas turísticas culturales.
  • Playa de Agra: Incorporada en 2020, destaca por su accesibilidad y su sistema de pasarelas de madera que protegen las dunas.

Vigo: Urbanismo y Naturaleza en Simbiosis

Vigo, la ciudad española con más banderas azules (12 en 2025), ejemplifica la convivencia entre entornos urbanos y espacios protegidos:

  • Playa de Samil: A pesar de perder su bandera en 2025 por problemas puntuales en la desembocadura del río Lagares, históricamente ha sido un modelo de gestión con su paseo de 1,5 km y zonas deportivas.
  • Playa de Rodas (Islas Cíes): Considerada "la mejor playa del mundo" por The Guardian en 2007, su arena blanca y aguas turquesas son protegidas mediante un sistema de acceso limitado para preservar el Parque Nacional das Illas Atlánticas.
  • Playa de O Mende: Nueva incorporación en 2025, ubicada en Teis, combina servicios modernos con un proyecto de regeneración de marismas.

Otros Municipios Destacados

  • Baiona: Sus seis banderas incluyen la Playa de Santa Marta, próxima al castillo de Monterreal, donde se fusionan historia y paisaje.
  • Poio: La Playa de Xiorto, distinguida por primera vez en 2024, ofrece un entorno semiurbano con vistas a la ría de Pontevedra.
  • Ponte Caldelas: A Calzada, única playa fluvial con Bandera Azul en España desde 2021, aprovecha las aguas del río Verdugo para crear un espacio seguro para niños.

La pérdida de banderas en Cangas de Morrazo evidencia vulnerabilidades. Estudios de la Universidad de Vigo señalan que el 40% de las playas gallegas están expuestas a contaminación por nitratos de origen agrícola, un problema agravado por la falta de plantas depuradoras en áreas rurales. Para mitigarlo, el Plan Galego de Calidade das Augas 2025-2030 propone inversiones en infraestructuras y campañas de concienciación entre agricultores.

Otro desafío es el turismo masivo. En respuesta, municipios como Sanxenxo han implementado sistemas de reservas limitadas en temporada alta, inspirados en el modelo de las Islas Cíes, que reducen la afluencia en un 30% sin afectar a la economía local.

Proyectos piloto como SmartBeach, en la playa de Canido (Vigo), utilizan sensores IoT para monitorizar la calidad del agua en tiempo real y ajustar los horarios de limpieza. Estas iniciativas, combinadas con apps como BlueFlag Nav, que ofrece información actualizada sobre servicios y alertas ambientales, están redefiniendo la experiencia turística.

Las playas de Pontevedra con Bandera Azul representan un equilibrio frágil pero exitoso entre conservación y desarrollo turístico. Su evolución refleja tanto logros —como la integración de espacios históricos en entornos playeros— como desafíos pendientes, particularmente en la gestión de recursos hídricos y la adaptación al cambio climático. El futuro de estos arenales dependerá de la capacidad para innovar en sostenibilidad, un ámbito donde Pontevedra ya sirve de modelo para otras regiones costeras.