Los cereales continúan siendo una de las opciones favoritas a la hora del desayuno, pero es importante saber que no todos ellos son igual de sanos de lo que parecen. Un análisis reciente de más de 280 productos en el mercado ha puesto de manifiesto que sólo un pequeño grupo puede recomendarse de un modo habitual; los resultados desmienten la idea de que todos los cereales son nutricionalmente válidos para consumir diariamente y sugiere un exceso de azúcares, sal y de aditivos existentes en la mayor parte de ellos.

Tipos de cereales y el impacto nutricional

Los cereales con azúcares añadidos reflejan de media un porcentaje de azúcares del 19% que llega hasta el 30% en el caso de los que tienen miel y hasta el 23% en los de chocolate. Aunque no tienen preocupantes niveles ni de grasas saturadas ni de sal, su carga de azúcares los hace no aconsejables para el consumo habitual, en especial con respecto a los desayunos destinados a niños y adolescentes que se encuentran en pleno crecimiento y deben llevar a cabo el crecimiento de su alimentación.

Cereales rellenos

Las variedades rellenas se encuentran entre las menos saludables. Tienen una carga medio del 28% de azúcares, junto con un alto nivel de grasas saturadas y una aportación muy baja de fibra; su composición hace que se trate de un producto que debería ir reservado a su consumo ocasional y nunca debería figurar entre los productos que se incluyan en la dieta diaria de quienes buscan cuidar la alimentación.

Los cereales más recomendables

Copos de maíz

Los célebres flakes aportan, como media, un 8% de azúcares añadidos, lo que los convierte en poco problemáticos, pero sin embargo tienen un contenido de sal alto, y en algunos casos también, superior al 1,25%, por lo que conviene controlar los tamaños de las raciones y no añadir más azúcares o edulcorantes en el bol.

Copos de avena

La avena es la opción más saludable de todos los cereales que se han analizado. Las versiones con chocolate también tienen un perfil nutricional equilibrado. El contenido de fibra, junto a un bajo contenido en azúcares, y en grasas saturadas, le convierten en una alternativa apropiada para desayunos completos, saciantes y que ayudan a mantener estables los niveles de energía.

Las opciones intermedias

Muesli

El muesli contiene un 15,5% azúcares que puede dispararse hasta el 19,2% si lleva frutas deshidratadas. Sin embargo este contenido no necesariamente debe ser natural, ya que se pueden añadir aceites y azúcares en su preparación. Elegir el "sin azúcares añadidos" mejora su calidad nutricional y lo convierte en un aliado para una dieta equilibrada.

Granola

La granola se caracteriza por su textura crujiente pero en su composición puede haber una cantidad de hasta un 18% de azúcar y un 5% de grasas saturadas; a menudo también aparece la inclusión de jarabes y sabores artificiales, por tanto, se tiene una tendencia a la mayor transformación. Intentar preparar granolas caseras o emplear las que no tienen azúcares añadidos es, sin duda, la mejor opción por lo que respecta a lo saludable y a respetar los valores de la composición del alimento.

Este análisis debe hacernos ver que la mayoría de las opciones que podemos encontrar en los supermercados son productos muy procesados y deben ser consumidos con moderación. Las alternativas más recomendables si buscamos un desayuno equilibrado son los copos de avena, por delante de los copos de maíz sin azúcares añadidos. Complementar el tazón con frutas frescas, frutos secos naturales, lácteos o bebidas de origen vegetal no azucaradas, mejora la calidad del desayuno y nos mantiene con energía durante toda la mañana.