Cuando se inicia el otoño y desciende la temperatura por debajo de los 20 grados, el organismo necesita una pequeña ayuda extra para coger forma de nuevo en el sistema inmunológico. Los cambios casi estacionales, los descensos de temperaturas, el frío, la exposición a virus, todo ello trae consigo resfriados y gripes que obligan a los alimentos a entrar en juego de forma más decisiva. Elegir productos de temporada no solo supone un buen aporte de nutrientes sino que es una buena manera de darle un buen impulso a las defensas disfrutar del sabor y frescura de estos meses.

Alimentos de temporada

Los alimentos que nos proporciona el otoño dan las vitaminas, los minerales, los antioxidantes y la fibra imprescindibles para prevenir infecciones y mantener el bienestar general. Tomar los alimentos de otoño en la dieta de forma diaria proporcionan energía con calidad y potencia la capacidad del organismo de responder ante las agresiones que nos afectan. La vitamina C, los polifenoles y ciertos compuestos bioactivos son el sello de identidad de muchos de estos productos propios de la temporada, donde destacan por su capacidad para ayudar a la función inmune de forma natural y continuada.

El valor de una dieta equilibrada

La ingesta y el consumo de productos frescos y de temporada no solo enriquecen la alimentación sino que favorecen un estilo de vida más saludable y más sostenible; una dieta equilibrada que combine frutas, verduras, proteínas de gran calidad y grasas saludables, es la mejor herramienta para mantener a nuestras defensas bien activas durante los meses fríos. Por el contrario el abuso de ultraprocesados -azúcares refinados y comidas rápidas- pueden disminuir de manera considerable, la capacidad de defensa e inmunidad natural frente a las infecciones habituales.

Los alimentos del otoño que más protegen

Setas y resfriados

Uno de los alimentos destacados del otoño son las setas, un alimento especialmente versátil en la cocina. Su consumo puede satisfacer las necesidades diarias de fibra, vitaminas del grupo B y de compuestos bioactivos como los glucanos, que son capaces de estimular a las células de defensa del organismo. Su textura y su sabor intenso le dan un gran aporte a las sopas, cocidos, cremas, salteados..., de manera que cada preparación aporta beneficios nutricionales y también ayuda a potenciar el sistema inmune.

Granada como antioxidante

La granada es la fruta más importante, más completa y más representativa de la temporada otoñal. Como es rica en polifenoles y en vitamina C también protege del daño oxidativo, a la vez que contribuye a la buena regulación del sistema inmunitario. Su consumo regular combate la inflamación, mejora la resistencia a infecciones y contribuye al buen estado de salud general. Esta fruta se puede disfrutar en zumos naturales, ensaladas, postres y como guarnición dulce en muchos platos de temporada.

Aprovechar los alimentos del otoño

Castañas y la lucha contra el frío

Las castañas son un fruto seco atípico respecto al resto de los frutos secos, por su bajo contenido graso y por su contenido en fibra, potasio y magnesio. Constituyen una fuente de hidratos de carbono complejos que aportan energía sostenida, ideal para poder afrontar el frío característico del otoño. Asadas, en purés, hervidas e incluso crudas, son una opción gastronómica deliciosa, nutritiva y reconfortante que debe ser distinta en esta época del año, en la que placer y salud van de la mano.

Hábitos que acompañan a la buena alimentación

La alimentación por sí sola no es suficiente para mantener las defensas perfectamente equilibradas en otoño, es tan importante definir una correcta hidratación diaria, un descanso reparador y la práctica de ejercicio de forma regular, ya que también contribuyen en el mantenimiento del equilibrio del sistema inmune. Un estilo de vida equilibrado y con los alimentos de temporada como protagonistas sería mucho más efectivo para mejorar las defensas, garantizar vitalidad y hacer que los meses de frío puedan pasarse con más energía y bienestar.