Por todos es sabido que el alcohol nos provoca en el cuerpo efectos muy negativos, por lo que es conveniente no consumir grandes cantidades, hidratarse bien si se consume una cantidad moderada de alcohol, y cuidar la alimentación antes y después del consumo para reducir los efectos secundarios.

La temida ‘resaca’ es un fenómeno habitual en quienes consumen alcohol de forma abusiva. Según explica la doctora Dolores Sánchez Manzano, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, “un consumo excesivo de alcohol durante un periodo de tiempo corto, como es una tarde o una noche, provoca en el organismo multitud de efectos secundarios negativos para nuestra salud conocidos como ‘resaca’".

En cuanto a su duración, sostiene que los síntomas pueden durar desde uno a varios días, siendo el punto máximo cuando la concentración de alcohol en sangre vuelve a ser nuevamente de cero. De hecho, hace hincapié en que cuanto más alcohol se ingiera mayor será la resaca.

Dolores Sánchez Manzano, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

Principales síntomas

En concreto, un excesivo consumo de alcohol principalmente provoca la deshidratación, tal y como indica la doctora Sánchez Manzano: “La deshidratación y la falta de minerales provocan síntomas como el dolor de cabeza, el malestar corporal, el dolor muscular, la debilidad, y los mareos”.

Es más, sostiene que otro efecto secundario muy típico al beber alcohol son las náuseas o el dolor estomacal, fundamentalmente originadas porque el alcohol es un irritante de la mucosa gástrica, que aumenta la producción de ácido del estómago.

Además, aunque estos síntomas difieren según la persona, añade que igualmente con una resaca se podrían dar el cansancio, la ansiedad, la sensibilidad a la luz y al ruido debilidad, la sed, el dolor de cabeza, los vértigos, el sudor o la presión arterial alta, entre otros.

Estos síntomas se producen porque el alcohol afecta a distintos sistemas corporales. Incrementa la necesidad de orinar que, a su vez, provoca una deshidratación que causa otros síntomas como mareo y debilidad.

El alcohol también puede producir molestias de estómago, náuseas y vómitos. A su vez el alcohol causa sueño, aunque este es de baja calidad. Además, genera sensación de mareo, inestabilidad y produce vasodilatación lo que es el origen de los dolores de cabeza.

El alcohol posee en su composición unas sustancias denominadas congéneres (que proceden de los azúcares fermentados en cada bebida) que es lo que le da sabor y que son más abundantes en las bebidas alcohólicas oscuras como el ron y el güisqui. Estos congéneres favorecen la aparición de resaca.

¿Se puede acelerar la recuperación de la resaca?

Desde el Instituto Nacional de Alcoholismo y abuso de alcohol de los Estados Unidos recuerdan que “las resacas pueden ser dolorosas y peligrosas”, ya que durante el proceso de estos fenómenos explica que la toma de decisiones, la capacidad de hacer tareas importantes como conducir o cuidar de otros, la coordinación muscular, o la atención pueden verse perjudicadas, y que la única manera de no tener reseca cuando se bebe es precisamente no bebiendo alcohol, o consumir una cantidad mínima. 

“No existe una cura para la resaca, sólo el tiempo”, insiste esta entidad, subrayando también que científicamente no hay ningún método efectivo para superarla, “y sólo el tiempo puede ayudar”, ya que hay que esperar a que “el cuerpo elimine por completo los subproductos tóxicos del metabolismo del alcohol, se rehidrate, sane el tejido irritado”, y recupere toda su actividad hasta niveles normales.

En este contexto, la especialista del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid recuerda que la resaca no se requiere ninguna acción especial ni consultar al médico para superarla, salvo beber líquidos sin alcohol para revertir la deshidratación o, en caso de dolor de cabeza persistente, tomar analgésicos de forma puntual. Sólo en los casos de mayor gravedad como bajo nivel de consciencia o vómitos incoercibles habría que consultar con el médico. La única forma de no tener resaca es no bebiendo alcohol, o hacerlo con moderación.