Llevar consigo una botella reutilizable ha pasado a ser un hecho cotidiano, ya sea en la oficina, en el gimnasio o en un viaje, este complemento forma parte de los accesorios de millones de personas que buscan mantenerse hidratadas durante el día. No obstante, lo que se considera un gesto saludable puede pasar a ser un riesgo silencioso si la higiene no es la correcta. Las botellas acumulan bacterias en cuestión de horas y, con un descuido, se transforman en un foco de problemas para la salud. Para garantizar que el agua no se contamine, no es suficiente con mantenerlas limpias, sino que también hay que mantener las botellas en buen estado para alargar la vida de las mismas.

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Por qué pueden acumular bacterias las botellas

Materiales que favorecen los gérmenes

El material de las botellas tiene mucha influencia en el nivel de higiene. El vidrio y el acero inoxidable son más resistentes en cuanto a la superficie para las bacterias, a diferencia del plástico que desarrolla microgrieta perdidas que favorecen la fijación de los gérmenes. Reutilizar botellas de plástico de un solo uso, incrementa el riesgo ya que además de ser complicadas de limpiar, tienden a desprender sustancias con el paso del tiempo.

Diseño y formas que condicionan la limpieza

La boca de la botella también cuenta; los de boca ancha son más higiénicos porque permiten una buena limpieza en todas las partes, en cambio las tapas deslizantes son conductos de humedad y restos que favorecen la proliferación de las bacterias, y aunque las botellas con pajita incorporada parezcan más complicadas, tienden a acumular menos gérmenes que otros tipos.

Limpiar las botellas adecuadamente

Lavado después de cada uso.

La mejor fórmula para mantener las botellas libres de bacterias, es lavarlas después de su uso; es posible lavarla en el lavavajillas, siempre con agua a elevada temperatura, o hacerlo manualmente usando un cepillo apropiado y una solución específica. Hay que desmontar todas las piezas para acceder a las partes más inaccesibles.

Secado al aire y cuidado de la boquilla

Secar la botella es tan importante como lavarla; la mejor manera de hacerlo es dejarla airear por completo antes de volver a cerrarla para no permitir la humedad que favorece la proliferación del moho. La boquilla es una parte que debe cuidarse especialmente, el uso de una toalla de papel limpia tras cada uso evita la acumulación de gérmenes en esta zona tan sensible.

Cómo mantener las botellas limpias

Hábitos que extienden la vida

Es incorporar incorporar rutinas muy sencillas que marcarán la diferencia; no olvidar la botella dentro del coche, especialmente los días calurosos, puede ayudar a limitar la multiplicación de las bacterias. Además es preferible rellenarla con agua y no con bebidas azucaradas, dado que estas últimas incrementan las condiciones favorables para el crecimiento de los microorganismos.

Consejos de higiene diaria

Utilizar cepillos de botella va a permitir una limpieza más eficaz, particularmente en los modelos altos y estrechos; realizar una revisión rápida antes de cada relleno, identificando posibles olores extraños o manchas, permite la detección a tiempo de cualquier señal de moho. Con estas sencillas acciones se consigue que la botella continúe siendo un accesorio apto para la salud y no un peligro invisible.

La botella reutilizable es símbolo de sostenibilidad y de bienestar, aunque necesita un buen mantenimiento; tenerla limpia no conlleva grandes esfuerzos, sino constancia y atención. Con una limpieza correcta, un secado adecuado y el uso de la botella según su material, conseguimos que el uso de este accesorio cotidiano no defina una circunscripción de infección; de este modo, la hidratación cotidiana mantendrá su función sin generar problemas de salud y energía.

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