Construir un hospital con mil camas en diez días. Suena casi a broma, pero es lo que ha conseguido China en Wuhan para combatir el brote de coronavirus. El hospital de Huoshenshan abre hoy sus puertas una semana y media después de que las excavadoras entraran en este gigantesco solar para remover la tierra.
Más de siete mil obreros han trabajado día y noche desde entonces para que el centro pudiera inaugurarse hoy. Estará operado por unos 1.400 médicos militares, 950 de ellos procedentes de hospitales del Ejército de Liberación Popular y, los 450 restantes, de universidades de las distintas ramas de las fuerzas armadas, según la agencia EFE. Cuenta además con robots médicos donados por una empresa china.
Wuhan, en el centro-este de China y con más de diez millones de habitantes, es el origen del brote de coronavirus que ya se ha expandido por más de una veintena de países. De momento, se contabilizan 361 muertos y más de 17.000 afectados en China. El domingo se conoció además la primera muerte fuera de las fronteras chinas, en Filipinas.
Es la segunda vez que China reacciona de forma exprés a una alerta sanitaria. En 2003, en pleno brote por el SARS, se levantó un hospital similar en Pekín, el Xiaotangshan, en siete días. Se espera además que en los próximos días abra un nuevo hospital, Leishenshan, con capacidad para 1.600 infectados por el coronavirus.
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