El verano potencia una sensación que muchas personas conocen muy bien, la hinchazón por la retención de líquidos. Las altas temperaturas activan la dilatación de los vasos sanguíneos y, si le agregamos una dieta poco adecuada, pronto esta retención de líquidos puede convertirse en un problema más que habitual. Aunque muchas veces asociamos esta incomodidad con una mala circulación o a cuestiones hormonales, es cierto que la alimentación también puede influir decisivamente en la misma.

Alimentos que pueden originar hinchazón

Atún en conserva y sodio en exceso

El atún, principalmente el atún de lata, integra el contenido de muchas ensaladas veraniegas por su destacado aporte proteico. Pero, debido al método de conservación, el contenido en sodio es elevado, lo cual facilitará la retención de líquidos y, por tanto, perpetuará la sensación de pesadez que hace que las piernas se sienten más cansadas, sobre todo si se ingiere de forma habitual a la vez que se consume menos pescado fresco.

El tomate y su efecto inflamatorio

El tomate es un alimento tradicional del verano dado su frescor y su aporte de agua. El problema es que, al igual que el pescado, contiene histamina, que es una sustancia que incrementa la permeabilidad de los vasos sanguíneos, aumentando la inflamación y potenciando a la larga la retención, sobre todo si se consume en cantidades muy abundantes y sólo se acompaña del mismo con vegetales con propiedades diuréticas, como el pepino o la lechuga.

Alimentos que fomentan la retención

Salmón ahumado y su proceso de conservación

El salmón, que se asocia mucho con una comida sana, cambia radicalmente en su versión ahumada. El procedimiento al que se está sometido incrementa mucho el contenido de sal y, por tanto, puede convertirse en un factor de riesgo para personas con predisposición a la hinchazón en verano (este aumento en el contenido de sodio puede provocar namas una mayor dificultad en la circulación correcta de los líquidos fisiológicamente).

Colines o picos

Las personas suelen sustituir el pan por los colines o picos, con la idea de que son un tipo de pan más equilibrado, pero suelen tener un contenido de sodio mayor que el propio pan tradicional. Este hecho los convierte en un enemigo silencioso para las personas que sufren retención de líquidos. Su textura crujiente los hace muy adictivos y favorece un consumo excesivo sin que haya un aviso de alguna forma.

Otros alimentos para la retención de líquidos

Quesos curados y exceso de sodio

El parmesano o el resto de los quesos curados se consumen como un tentempié saludable pero su contenido en sal medido es mayor según mayor es el tiempo de curación lo cual les convierte en un alimento que favorece la acumulación de líquidos en el organismo y por lo tanto el efecto en las piernas de mayor pesadez y sensación de mal-estar generalizada los días más calurosos.

Azúcares escondidos y estancamiento venoso

Los azúcares simples de los productos procesados, de los zumos industriales o bien hasta de algunos de los productos enlatados, por ejemplo, favorecen la inflamación, así como la de estancamiento venoso lo que combinado con el calor multiplica las posibilidades de hinchazón en los días más calurosos. La reducción de este tipo de azúcares no solo mejora la sensación de ligereza, sino que conlleva consigo un nivel más adecuado de energía y una mejor digestión.

La manera de reducir la retención de líquidos en los días de calor pasa por la identificación de estos alimentos, así como una limitación en el consumo sobre todo en el periodo de calor. Estos son productos que forman parte de las dietas consideradas saludables, pero los constituyentes que las integran pueden revertirse en efectos perjudiciales para el organismo. Irse a verduras diuréticas, frutas frescas y un control moderado de la sal permite al organismo mantener el equilibrio hídrico y bajar la sensación de malestar, con lo cual se facilita disfrutar de un verano más ligero y con un mayor bienestar físico sin incomodidades que perjudiquen el rendimiento cotidiano y la calidad del descanso.