El arroz se posiciona como uno de los alimentos más recomendados en el mundo. Gracias a su carácter versátil, el arroz se convierte en un compañero ideal de muchos otros alimentos, aunque muchísimas personas no llegan a comprender que una mala manipulación después de haberlo cocinado tiene el potencial de transformar a este alimento en un problema para la salud. Conservarlo o recalentarlo de manera incorrecta puede dar paso a la aparición de bacterias, resistentes al calor, capaces de generar toxinas que no se destruyen al recalentarlo. Entonces, saber cómo manipular este alimento es condensado en una información clave para poder disfrutarlo sin problema alguno.

El arroz después de haberlo cocinado

Enfriamiento rápido para impedir riesgos

Cuando el arroz termina de cocinarse, el hecho de dejarlo en temperatura ambiente más de dos horas puede aportar el crecimiento bacteriano. El enfriamiento rápido permite que los microorganismos no se reproduzcan. Guardarlo en un recipiente hermético y meterlo inmediatamente en la nevera nos garantiza que lo mantendremos seguro y que probablemente mantenga mejor sus propiedades.

Temperatura correcta

La refrigeración es la base del consumo seguro del arroz; la temperatura del frigorífico debe estar siempre por debajo de los 4 grados para detener la potencial proliferación bacteriana. Llevar a cabo esta regla disminuye las posibilidades de sufrir intoxicaciones y garantiza que el alimento se encuentra listo para el consumo posterior sin comprometer la seguridad de la salud digestiva.

Volver a calentar el arroz

Uno de los principales errores consiste en recalentar el arroz en la parte intermedia de la temperatura, conservándolo en el intervalo de los 4 a los 65 grados, con lo cual las bacterias aprovechan estas condiciones para multiplicarse; el resultado es la obtención de un plato que simula estar caliente, pero en el fondo, esconde áreas donde las toxinas siguen activas.

Por qué no recalentar el arroz varias veces

Recalentar varias veces la misma preparación de arroz incrementa considerablemente las posibilidades de contaminación. Con cada nuevo recalentado y enfriamiento, se puede alterar de nuevo la forma del ciclo. Lo que hay que realizar es recalentar en una sola ocasión -asegurándose de que el centro supere los 75 grados- para que así se elimine la mayor parte de los peligros relacionados con su ingesta.

Síntomas y prevención en el consumo de arroz

El arroz que no se conserva de la manera correcta y que ha sido recalentado, puede dar malestar gastrointestinal en menos de 48 horas. Dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos, fiebre, calambres estomacales son los signos más habituales, y suelen aparecer rápidamente y que pueden alargarse durante varios días si no se aplican las medidas necesarias.

Cómo reducir el riesgo de intoxicación

La prevención se inicia mediante varias etapas muy sencillas como enfriar el arroz de forma muy rápida, guardarlo en recipientes cerrados, mantenerlo a una temperatura inferior a los 4 grados y volver a calentarlo una sola vez; cuando se cumplen los pasos precedentes, se protegen la salud y las complicaciones se evitan. Los grupos más susceptibles como son los menores, las personas mayores o aquellas con una baja defensa deben extremar estas medidas de prevención para poder minimizar cualquier riesgo potencial en la salud.

El arroz cocinado y tratado con cuidado, no solo conserva el valor nutricional sino que también ofrece beneficios para la digestión, dado que el almidón resistente producto del enfriamiento se produce. Ahora bien, ignorar las cualidades básicas de conservar y recalentar lo transforma en un alimento cotidiano para intoxicaciones. La clave reside en disfrutarlo pero dentro de ciertos límites, por lo que es importante conocer los riesgos asociados de una práctica bastante común entre las personas.