A partir de los 60 años la alimentación adquiere un valor muy importante para mantener la vitalidad y reducir problemas de digestión que suelen aparecer con esta edad. A pesar de que hay una fruta que suele ser la protagonista cuando se habla de tránsito intestinal, el kiwi, hay otra fruta que tiene un protagonismo especial, se trata del plátano, un alimento que enriquece la dieta con fibra, energía sostenida y un todo un perfil nutricional que le confiere esta condición como aliado esencial para aquellos que desean avanzar en el camino de mejorar la salud intestinal y el cuidado del organismo con una acción muy sencilla como es su inclusión en la dieta habitual de una forma muy regulada.
El plátano como aliado de la salud intestinal
El plátano contiene un alto porcentaje de fibra soluble, fundamental para favorecer la movilidad intestinal y contribuir a la reducción de episodios de estreñimiento, uno de los problemas más frecuentes en la tercera edad. Esta fibra también influye de forma directa en el equilibrio de la microbiota intestinal, al reforzar a las bacterias benéficas que colaboran en la función digestiva para contribuir y prevenir problemas en el acompañamiento del tiempo.
Potasio y control de la presión arterial
Más allá de su relación directa con la salud, el plátano merece una mención especial en función a la cantidad de potasio que tiene, sustancia implicada en la regulación de la presión arterial y en favorecer el estado del sistema cardiovascular. En la gente mayor, esta contribución ayuda a hacer frente a la ingesta alta en sal, al tiempo que protege el sistema circulatorio en contraposición a la intervención de complicaciones típicas de la edad, como por ejemplo la hipertensión o las enfermedades arteriales.
Ventajas para la salud intestinal
El plátano es un alimento rico en vitaminas A, B y C, nutrientes que nos ayudarán a mantener en marcha nuestro sistema inmunitario y a hacer más lento el envejecimiento celular, además de participar en el control neuromuscular, es una manera de protegerse de infecciones, una cuestión muy importante para personas de más de 60 años que requiere una adecuada nutrición para luchar las dificultades diarias y facilitar el bienestar.
Energía fácil de digerir
Por su contenido de hidratos de carbono de absorción lenta, el plátano otorga energía mantenida y evita los picos bruscos de glucosa en sangre, algo interesante para personas que hacen ejercicio o que están en procesos de recuperación. Asimismo, su textura suave y lo fácil que resulta morderlo y tragárselo lo hace un tipo de fruta asequible para aquellas personas con problemas de deglución o problemas bucodentales, garantizando una buena ingesta del alimento sin esfuerzo.
Un consumo equilibrado
El plátano, como todos los alimentos, debe consumirse en la cantidad necesaria para que nos procure su aporte nutritivo. Es un alimento que se debe consumir de forma moderado debido a sus calorías y a la presencia de azúcares naturales que pueden llegar a ser contradictorios para aquellas personas con diabetes o bien que tienen problemas por sobrepeso.
En estos casos, la mejor forma de acceder al plátano es incluirlo dentro de un plan alimentario equilibrado y siempre en combinación con otras frutas y vegetales que pueden ofrecer una enorme diversidad en nutrientes.
Una fruta con gran versatilidad en la dieta cotidiana
El plátano es un recurso idóneo ya que no necesita refrigeración, se pela sin dificultad, y se puede comer en en cualquier momento de la jornada. En el desayuno, como un tentempié a media mañana o a la tarde, o bien en platos muy ligeros, el plátano permite cuidar la dieta a partir de los sesenta, sin duda un alimento para el cuidado de la salud y de la longevidad.
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