Con la bajada de las temperaturas y la llegada del invierno, las personas pueden ver que los dedos de las manos o de los pies se vuelven blancos, azulados o incluso rojos como consecuencia de las bajas temperaturas. Este hecho no es una meramente una respuesta subjetiva de la piel, sino que emplaza una explicación médica bien determinada. En este caso, el síndrome de Raynaud sería el responsable de estos cambios de color, así como también de afectar necesariamente a las manos y a los pies, sobre todo en la época más fría del año.

Por qué los dedos cambian de color con el frío

Reacción del cuerpo para conservar el calor

Cuando la temperatura baja, el cuerpo intenta mantener el calor en los órganos vitales. Para ello los vasos de los extremidades se contraen. Esta contracción de los vasos sanguíneos disminuye el flujo sanguíneo hacia los dedos, que aparecen pálidos o incluso blanquecinos. Es un mecanismo natural del cuerpo en la defensa, pero en algunas personas la reacción es tan activa que se produce el síndrome de Raynaud, una alteración que va seguida de una serie de tres colores: blanco, azul y rojo.

El papel del estrés en el cambio de color

Pero el frío no es la única causa al cambio de color, también las situaciones de estrés o tensión emocional pueden ayudar a disparar la misma respuesta del sistema vascular. Los dedos se comportan como si el organismo estuviera sometido a una ola de frío inusitada. Este proceso se produce a consecuencia de una contracción inadecuada de los vasos sanguíneos, los cuales impiden el paso del oxígeno y dan lugar a la respuesta típica de color azulado, antes de recuperarse posteriormente el tono rojizo con el retorno a un flujo sanguíneo normalizado.

Progresión en los dedos

La evidencia del síndrome de Raynaud es bastante clara y progresiva, ya que los dedos de las manos se ponen primero con un color blanco por la falta de riego. Más tarde adquieren una coloración azulada, en el momento en el que comienza a circular la sangre que está con menos oxígeno del que debería tener. Cuando se normaliza el flujo sanguíneo vuelve a provocar un enrojecimiento de la piel, que puede ir acompañado de sensación de calor, de hormigueo o incluso de dolor. Este ciclo puede producirse varias veces al día durante todo el invierno.

Diferencias entre Raynaud primario y secundario

Se conocen dos formas de esta misma enfermedad: el primario -más frecuente y menos grave- y el secundario -más grave y que se asocia a enfermedades reumatológicas como el lupus, la esclerodermia o la artritis reumatoide-. En el primer caso no hay enfermedad de base y los síntomas suelen ser simple y moderadamente molestos. En el segundo caso pueden aparecer úlceras o lesiones en los tejidos en el caso de no ser tratada la enfermedad, por lo que es importante acudir a un especialista médico.

Cómo prevenir los cambios de color en los dedos

La prevención es fundamental para que la aparición de las crisis sea menos frecuente. Hay que tomar precauciones tales como mantener las manos calientes, utilizar un guante manopla, evitar fuentes de frío ajenas, no permitir cambios bruscos de temperatura, etc. El tabaco es un vasoconstrictor intenso, por tanto, dejar de fumar es uno de los mejores modos de mejorar la circulación.

Estrés y tratamientos médicos

El control del estrés tiene también efectos preventivos sobre los ataques. En algunas ocasiones, los médicos recurren al empleo de calcioantagonistas, preparados que ayudan a dilatar los vasos y que limitan la frecuencia e intensidad de los episodios. Detectar adecuadamente y de forma precoz los síntomas y cumplir con las indicaciones médicas evitará complicaciones y mantendrá la salud vascular en los meses más fríos.