Iberdrola invirtió casi 70 millones de euros para entrar en el capital de Bankia aprovechando la salida a bolsa de la entidad, en julio de 2011. La eléctrica reclama ahora en los tribunales a Bankia 12,4 millones de euros por las pérdidas sufridas por la operación, y dado que a su juicio la entidad, que acabó siendo rescatada por el Gobierno, ocultó su verdadera situación financiera en el folleto de colocación bursátil.

El juicio que enfrenta a Iberdrola y Bankia ha dado comienzo hoy en Madrid. El director de Riesgos de la eléctrica, Fernando Sánchez Barranco, ha asegurado en su declaración como testigo que el grupo tomó la decisión de invertir en la entidad financiera con “la información pública que estaba disponible” –el folleto- y que se hizo con la “tranquilidad” que ofrecía el respaldo que daba el Banco de España a la oferta pública de suscripción (OPS) de acciones.

"Sus inspectores [los del Banco de España] están en las tripas de cualquier entidad. Si el Banco de España respaldaba la salida a bolsa, eso daba una cierta tranquilidad", ha sentenciado el ejecutivo del grupo energético.

La Audiencia Nacional solicitó el mes pasado que se llame a declarar en calidad de investigados a las antiguas cúpulas del Banco de España y de la Comisión Nacional de Mercados de Valores (CNMV) por no impedir la salida a bolsa de Bankia a pesar de las advertencias de sus equipos técnicos sobre los problemas en que podría derivar la operación.

Las "falsedades" del folleto

Iberdrola considera que para el grupo era imposible detectar la “falsedad” de los datos financieros incluidos en el folleto. En este sentido, ha subrayado que Bankia facilitó una previsión de posible deterioro de su cartera inmobiliaria de unos 770 millones de euros y menos de un año después realizara provisiones de más de 11.000 millones. "Ese deterioro en tan poco tiempo no es coherente”.

Y aunque el director de Riesgos ha admitido que se reunió con varios bancos de inversión para analizar la operación y conocer su opinión sobre la misma, en esos encuentros no se le facilitó información adicional al del folleto de salida a bolsa.

Sánchez Barranco ha reconocido que recomendó a la cúpula de Iberdrola participar en la operación e invertir en Bankia porque se trataba de “un proyecto atractivo con la segunda o tercera entidad a nivel nacional por tamaño, en mercados de elevada renta como Madrid o la Comunidad Valenciana, con un equipo nuevo, despojado de herencias políticas, y que ofrecía un descuento del 50-60% en su precio".

Hoy también han declarado como testigos los entonces presidentes de JP Morgan y Merril Lynch, las entidades que coordinaron la salida a bolsa de Bankia. Los directivos –Enrique Casanueva y Javier Oficialdegui, respectivamente- han confirmado que no facilitaron a la eléctrica información adicional a la que aparecía en el folleto y han dicho no recordar que la compañía tuviera una especial preocupación sobre los riesgos de la operación.

El juicio de Iberdrola abre el camino

El resultado del juicio por la denuncia de Iberdrola marcará probablemente el de las otras causas similares que arrancarán en los próximos meses. El Grupo Villar Mir o el grupo hotelero Meliá también han demandado a Bankia para reclamar una indemnización por las pérdidas sufridas.

Una treintena de inversores institucional aportaron 1.240 millones de euros en la salida a bolsa de la entidad entonces presidida por Rodrigo Rato. Entre los inversores figuraban grandes grupos empresariales españoles (Telefónica, ACS, Acciona, Ferrovial, Mapfre, Mutua Madrileña…) y también los grandes bancos nacionales (Santander, CaixaBank, Popular, Sabadell, Bankinter, Ibercaja, Barclays, Banca Cívica… con la sonora ausencia del BBVA). Y para convencerles y salvar una operación que se consideraba sistémica, en los mentideros del sector aún se recuerdan las llamadas del Gobierno y del Banco de España.