La Guardia Civil ha asestado un golpe importante a una red que, mediante el tráfico de drogas, financiaba la compra de armas destinadas a grupos terroristas yihadistas asentados en el Norte de África y Oriente Medio al incautarse de casi 20 toneladas de hachís en aguas próximas a Almería. Se trata de una de las incautaciones más importantes registradas en los últimos tiempos y confirma a este cuerpo como el que más aprehensiones de hachís realiza a nivel mundial.

En cooperación con otros cuerpos policiales y de Inteligencia europeos, la operación se desarrolló en la madrugada del pasado 23 de septiembre, cuando agentes de la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil abordaron el buque Marti N. -de bandera panameña y con rumbo a Libia- tras conocerse que podría transportar una gran cantidad de estupefacientes. Este barco ya estaba bajo la lupa del Equipo Contra el Crimen Organizado de Alicante de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil por su implicación en el tráfico de drogas.

Según ha informado este martes el jefe del grupo de Delincuencia Organizada de la UCO, el teniente coronel Javier Rogero, la embarcación fue localizada e interceptada a unas 45 millas de Almería y los agentes descubrieron que, junto a la carga legal de madera, había fardos en dobles fondos que contenían 19.600 kilos de hachís. Los 12 tripulantes -11 de nacionalidad ucraniana y un uzbeko- fueron detenidos y puestos a disposición judicial.

La operación se desarrolla desde 2013 y ha permitido incautar casi 100 toneladas de hachís

Se trata de una nueva fase de la operación Urka, iniciada a principios de 2013 tras detectarse un considerable aumento del número de incautaciones de embarcaciones transportando grandes cantidades de hachís por el Mediterráneo y en la que colaboran -junto a la Guardia Civil y la Europol- el Servicio de Aduanas y la Policía Nacional de Francia, la Guardia de Finanza y la Dirección Central para los Servicios Antidroga de Italia, el Servicio de Guardacostas de Grecia y la Administración para el Control de Drogas (DEA, en sus siglás en inglés) de EEUU. El intercambio de información y la actuación coordinada ha permitido hasta el momento la intervención de siete buques, la detención de 109 personas (de ellos 14 españoles) y la incautación de 97.840 kilos de hachís, 11.400 armas largas, más de un millón de cartuchos de munición 9 mm parabellum y 10 toneladas de nitrato amónico.

En el caso de España, es el segundo barco intervenido en el marco de esta operación tras el Just Reema, sorprendido el 29 de junio de 2015 con 15.500 kilos de hachís en sus bodegas. De esta forma, en el país se han decomisado más del 36% del total de droga incautada.

Los barcos de la red parten de Turquía, cargan en alta mar y se dirigen a territorio libio

En conferencia de prensa, Rogero ha detallado el modus operandi que seguía la trama ahora descabezada: los barcos partían de Turquía, cargaban la droga en alta mar y viajaban por la ruta del Mediterráneo oriental hasta Libia, desde donde se distribuía el hachís por la zona.

El estudio de la red y la el análisis de la información obtenida lleva a los investigadores a afirmar que grupos criminales financian con el tráfico de drogas la insurgencia de algunos de los conflictos existentes en el Norte de África y Oriente Medio (Siria, Libia o Egipto) y al terrorismo yihadista. El mando ha excusado ofrecer más detalles al encontrarse aún bajo investigación.

Ruta terrestre

Los investigadores también han detectado que la organización a la que se le ha asestado ahora el golpe utilizaba también una vía terrestre para el transporte de hachís a través del Sahel (Marruecos). Tras atravesar Mauritania, Mali y Nigeria, los camiones con la droga alcanzaban territorio libio, desde donde se distribuía la mercancía. En una variante de dicha ruta, en España se intervinieron entre marzo y abril dos camiones -uno en Girona y otro en Murcia- con más de 950 kilos de hachís en su interior.

El teniente coronel Rogero también ha explicado que la Guardia Civil es el cuerpo policial que más hachís incauta a nivel mundial, decomisando el 60,53% del total. Entre 2011 y 2015, la Guardia Civil ha participado en el alijo de 1.760.824 kilos de esta droga, triplicando la cantidad aprehendida por otros cuerpos.