Mariano Rajoy será el primer presidente del Gobierno que declare ante un juzgado durante el ejercicio de sus funciones. Felipe González, que compareció ante el Tribunal Supremo en 1998 como testigo por el caso Marey, lo hizo ya en condición de ex presidente. En un comunicado emitido a media tarde, el PP ha relacionado la acusación popular hecha por ADADE (Asociación de Abogados Demócratas por Europa) a su supuesta cercanía con el PSOE y ha acusado a esta asociación de emitir "alegaciones falsas" para inducir a errores al tribunal de la Audiencia Nacional.

"El PP respeta, pero no puede compartir la decisión", comienza el texto remitido a los medios, donde destaca "el error al que induce la acusación popular al hacer uso de alegaciones falsas y atribuir a Rajoy unas funciones que no correspondían a sus cargos y responsabilidades orgánicas".

En este sentido, descalifica a ADADE (Asociación de Abogados Demócratas por Europa), la acusación popular que solicitó la comparecencia de Rajoy, y le atribuye un interés mediático y partidista. Señala que "la declaración de Mariano Rajoy en el procedimiento es una muestra del proceso mediático que la acusación popular de ADADE pretende seguir", por lo que asegura que se ha producido una situación de "abuso de derecho" al tener "una clara intencionalidad política". En este sentido, el partido de Gobierno añade: "De hecho la Asociación ADADE está liderada por dos personas, Javier Ledesma y Mariano Benítez de Lugo, muy conocidas por su cercanía al Partido Socialista. Esta formación política siempre se ha sumado a las peticiones de ADADE".

Las reacciones a la citación de Rajoy como testigo en la causa que enjuicia la primera época de la trama Gürtel no se han hecho esperar, aunque Moncloa ha optado hasta ahora por la bunkerización, después de recibir la noticia como una bomba que les ha cogido por sorpresa. "Nunca comentamos las decisiones judiciales, aunque siempre las respetamos", es el único mensaje que se traslada desde el partido, donde aseguran estar "siempre dispuestos a colaborar con la justicia, como no puede ser de otra manera".

Entre el resto de partidos, uno de los primeros en valorar la citación ha sido el ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que ha preguntado al presidente del Gobierno a través de Twitter cuándo piensa afrontar "las responsabilidades políticas" de su gestión al frente del PP durante los grandes casos de corrupción. Rajoy fue vicesecretario general del PP entre 1990 y 2003, secretario general entre 2003 y 2004 y presidente del PP de entonces en adelante.

El ex número dos de Podemos, Iñigo Errejón, también ha acudido a las redes sociales para calificar de "vergüenza nacional" la citación de Rajoy ante la Audiencia Nacional. Otros miembros de la formación morada han preferido tirar de ironía o directamente de burla, como el alcalde de Cádiz José María González Kichi.

Ciudadanos lo ve con 'normalidad'

La citación de Rajoy no ha pillado por sorpresa a Ciudadanos, que ve con normalidad que sea llamado a declarar como testigo “con la de casos de corrupción que tiene el PP”, según ha señalado la portavoz nacional, Inés Arrimadas, tras la reunión de la Ejecutiva.

Si el escenario cambia y tras declarar como testigo el presidente del Gobierno y del PP fuera citado como imputado, Arrimadas ya ha avanzado que su grupo pedirá de forma inmediata su dimisión, aunque en el partido no quieren adelantar acontecimientos. Imputado o no, esta citación es una “muestra más de la necesidad de aprobar las medidas de Ciudadanos”, ha señalado la portavoz naranja. Concretamente, se ha referido a la ley integral contra la corrupción aprobada por unanimidad en el Congreso de los Diputados.